La parte blanca del fuet es una capa que lo cubre y se conoce como «velo blanco». Esta capa no es harina, como algunos podrían pensar, sino que es un tipo de moho que protege al fuet y contribuye a su sabor y aroma.
Este delicioso embutido, que es consumido con muchísima frecuencia y de múltiples maneras, suele encontrarse presente en casi todos los hogares. ¿Disfrutas comerlo? Alguna vez te has preguntado ¿qué pasa si te comes la parte blanca? ¡Descúbrelo!
1El fuet, un embutido catalán de los más deliciosos
El fuet es un embutido catalán que se caracteriza por ser fino, alargado y aplanado. Está hecho de carne de cerdo y se cura en seco. Se utiliza tripa de cerdo para rellenarlo y sus ingredientes principales son la sal, el vino blanco, el ajo fresco y la pimienta.
La receta tradicional no incluye pimentón, aunque en algunas recetas modernas se puede encontrar fuet con pimentón. Este embutido se ahuma y se seca, lo que lo convierte en un método de conservación antiguo. Es uno de los embutidos más valorados en Cataluña y se puede disfrutar con una cerveza fría o acompañado de una copa de vino tinto.
La selección de ingredientes de alta calidad es fundamental para obtener un fuet de sabor superior y la mezcla de especias debe estar cuidadosamente equilibrada para realzar el sabor natural de la carne sin enmascararlo. La temperatura, la humedad y la ventilación durante la fermentación y el secado son cruciales para el correcto desarrollo del sabor y la textura de este embutido.
Este es un embutido artesanal con una larga tradición en Cataluña. Su elaboración requiere experiencia y dedicación, y el resultado es un producto de alta calidad con un sabor único que lo ha convertido en un manjar apreciado en todo el mundo.