Netflix sigue expandiendo la oferta de su catálogo de videojuegos. La pieza más reciente ha sido ‘Braid’ el juego clásico que en 2008 permitió a Xbox lanzar su primera tienda digital con éxito, y recientemente su apuesta por los juegos de ‘La Casa de Papel’ o ‘Stranger Things’ han apuntado a que Netflix cada vez apuesta más fuerte por los videojuegos, al punto que es difícil no pensar que poco a poco dejarán de ser una curiosidad en la plataforma, y le permitan ser un competidor real al servicio de videos dentro de una industria que mantiene la buena salud a pesar de las transformaciones.
Es que se ha hecho evidente que el mundo digital será el principal método de compra de los juegos en un futuro no tan distante. Se hace evidente con la apuesta de Microsoft y Sony de lanzar versiones del Xbox y del PlayStation sin bandeja para discos, y con el crecimiento no solo de tiendas digitales como Steam, sino también de apuestas como el Game Pass o PlayStation Plus que ofrecen videojuegos a cambio del precio de la suscripción en vez de las compras individuales que servían como el modelo central hasta ahora.
Para Netflix, el siguiente paso para competir sería alguna de exclusiva de peso. Incluso las grandes ofertas de la plataforma hasta ahora, como ‘Braid’, ‘Valiant Hearts’ o ‘Dead Cells’ son juegos del mundo independiente, es decir, más livianos a la hora de transmitirlos a la hora de usar plataforma, o juegos viejos en versión remasterizada, como las ‘GTA’ del PlayStation 2. En la práctica, si quieren competir, necesitarán no solo poder trabajar con lanzamientos más recientes, sino que como lo hicieron en el mundo del streaming de series y películas tendrán que producir contenido propio, con las exclusivas siendo aún una pieza clave del mundo del videojuego.
Pero es un jugador dentro del sector que hay que seguir de cerca. La realidad es que la empresa de streaming tenía una situación similar cuando irrumpió en el mercado de la televisión y el cine, y hasta ahora les ha ido bien. Además, no es mal momento para intentar una estrategia similar en el sector interactivo, sobre todo por qué cada vez son menos los usuarios interesados en comprar los discos de toda la vida, aunque por supuesto que habría que revisar cómo se repartían los ingresos de vender un juego a la plataforma, sobre todo por los problemas que ya han tenido el cine y la televisión en este aspecto.
NUEVAS ESTRATEGIAS PARA REPARTIR LAS GANANCIAS
Si algo pueden contar los actores, guionistas y trabajadores en las producciones en Netflix es que el modelo de pago de la plataforma es mucho menos lucrativo que el vender una serie a un viejo canal de televisión en abierto o de cable del pasado. Es que cada transmisión de uno de estos canales, o cada vez que la productora vendía el producto para una emisión internacional, el equipo encargado recibía una parte de las regalías. No es una pérdida menor en la producción, y fue el principal motivo de las huelgas del año pasado en Hollywood, incluso por encima del uso de la Inteligencia Artificial en la producción.
En cambio, cuando un estudio vende una serie o película a Netflix, o bien un director o guionista les vende una idea, solo cobran una vez, sin regalías a largo plazo. Esta diferencia puede llegar al mundo del videojuego, y castigar tanto al mercado indie como al llamado «Triple A», pues de momento cada venta, física o digital, de un juego sigue generando ingresos. Es que si compramos digitalmente la remasterización reciente de Metal Gear Solid 3 y Hideo Kojima y Konami seguirán recibiendo parte de los ingresos.
Es un punto a tener en cuenta. Si se suma la importancia que tienen para el mercado de consolas, incluso en su disminuida realidad, las exclusivas. Aquí el caso de Nintendo y su Switch es evidente, por el poder que tienen como motivo de compra juegos como Zelda, Super Mario o Super Smash no es probable que estén interesados en negociar con Netflix al menos al principio de esta transformación. Sony y Microsoft, que tienen algunos problemas en la venta de consolas, pueden pensar diferente.
EL FUTURO DE NETFLIX EN LOS VIDEOJUEGOS
La realidad de los videojuegos es que es un mercado en transformación. No hay duda que cada vez más se venden menos juegos en formato físico, precisamente lo que abre la oportunidad de un servicio como el de Netflix. Con ‘Braid’ empiezan a sumar juegos clásicos en la plataforma digital, por lo que es posible que se trate de una transformación inevitable, sea a través de Netflix o de un espacio como PlayStation Plus o el Game Pass de Microsoft, es evidente que el streaming será parte de esta transformación.