Djokovic puede perder el número uno que ha mantenido durante 428 semanas
Esta es la vigésima participación en Roland Garros de Djokovic, y es la decimonovena vez que llega a la tercera ronda. Su único tropiezo fue en su debut en 2005, cuando se retiró en su segundo partido ante el argentino Guillermo Coria, después de haber ganado su primer partido contra el estadounidense Robby Ginepri. A los 18 años, no tenía ningún título en su haber, pero ahora cuenta con tres Copas de los Mosqueteros en París y un total de veinticuatro Grand Slams.
A sus recién cumplidos 37 años, observa el mundo del tenis desde la cima del ranking como número uno, posición que ha mantenido durante 428 semanas a lo largo de su carrera. Pero puede perderlo en este Roland Garros. Si no llega a la final, no habrá cálculos que valgan ni necesidad de mirar quién podría ser el próximo líder de la clasificación, el italiano Jannik Sinner. Además, podría ceder la corona del templo de la tierra batida.
Djokovic lo dará todo por no perder su posición
Pero no renunciará fácilmente. El Novak Djokovic que mostró un rendimiento poco habitual en su primer partido contra el francés Pierre-Hugues Herbert, se transformó en otro atleta unas horas después. Aunque no está teniendo su mejor temporada y sus dudas se acentuaron la semana pasada al caer en las semifinales de Ginebra ante el checo Tomas Machac, Djokovic es Djokovic, y su capacidad para mejorar ha sido exponencial en numerosas ocasiones, de un día para otro.
De repente, Novak Djokovic lanzó su primera advertencia. Fue implacable, buscando y encontrando el KOT. Amargó la tarde a Roberto Carballés, construyendo un muro contra el que éste chocó repetidamente. La victoria balcánica se selló con un marcador de 6-4, 6-1 y 6-2 en dos horas de juego en la pista central Philippe Chatrier bajo techo.
Sacará la artillería pesada
Este desempeño o resultado no representa el punto culminante para Djokovic, pero sí sirve de advertencia de que puede volver a desplegar habilidades que no había mostrado semanas antes. Demuestra que será un rival formidable y difícil de vencer. Minimizó los errores y no concedió nada. Va con todo en París. Es un escenario interesante, muy interesante. El francés Gael Monfils o el italiano Lorenzo Musetti serán sus próximos desafíos en la tercera ronda.
«Roberto ha comenzado jugando con mucha eficacia, pero pude elevar el nivel de mi derecha y mi revés. Hoy estoy contento con mi juego«, declaró el balcánico, quien ha sido muy autocrítico en los últimos meses, siempre buscando la excelencia, a pesar de que los últimos meses no han sido lo que esperaba.