El maní crocante es un alimento tan delicioso como energético, el cual se puede preparar con una simpleza que te dejará sorprendido. Lejos de ser una elaboración tediosa y aburrida, con pocos productos y rápidamente tendrás sobre tu mesa un snack que hasta tus peques amarán. Si compras el manó con cáscara, primero deberás pelarlo y luego pasarlo en una sartén, a fuego lento y entre 5 a 9 minutos.
Es muy importante que no dejes el maní al fuego y te vayas, ya que cada 30 segundos deberás ir revolviendo todo con una cuchara de madera. En caso de que no lo hagas, corres el riesgo de que todo se queme o bien, quede pegado en la sartén. Una vez que apagues la llama, tienes que dejarlos reposar por unos minutos para no quemar tu mano al manipularlos, pero luego estarás listo para el siguiente paso.
¿Como preparar maní crocante y quedar bien con la familia?
Solamente vas a necesitar reunir 200 gramos de maní pelado y tostado sin sal, y 200 gramos de azúcar. Lo que debes hacer luego es colocar una sartén a fuego bajo y agregar el azúcar de a poco. A medida que se va fundiendo el producto, agregamos más hasta completar toda la sacarosa. Después, tal y como mencionamos en el paso anterior, se debe revolver constantemente para evitar que se queme.
Una vez que completes el paso anterior, deberás seguir mezclando hasta que esté fundida por completo. Ahora tendrás que agregar el maní y mezclar para incorporarlo con el caramelo, dejando que esto suceda con la llama bien baja por al menos dos minutos. Justo antes de que termine de cocinarse, tienes que tener a mano papel manteca o plancha de silicona, algo que colocarás sobre una fuente para verter la mezcla en cuestión.
Ya es hora de comer un mani crocante delicioso
Como te habrás dado cuenta, este turrón de maní crocante nunca fue tan sencillo de preparar, ya que lo mejor de todo es que el tiempo que conlleva es realmente bajo. Para finalizar, tendrás que pincelar un palo de amasar con agua y hacerlo rodar sobre la mezcla, hasta lograr en la misma una superficie pareja y bien distribuida para que no haya problemas posteriormente con su textura.
El último paso será dejar enfriar a temperatura ambiente, hasta que este maní crocante se endurezca por completo. El proceso dura entre una y dos horas, en donde puedes cubrir el producto final con un trapo de cocina y así, evitar que algún insecto se pose encima. Finalmente, ya podrás cortar, presentar y comer de esta delicia que se prepara en realmente muy poco tiempo.