La temporada de viajes, el ocio o la hostelería alzan nuevamente la inflación

Los precios siguen sin dar tregua a las familias españolas. La tasa de inflación (IPC) volvió a repuntar otras tres décimas en el mes de mayo, según los datos adelantados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Lo hace hasta situarse en el 3,6%, su tasa más alta desde hace más de un año (abril de 2023). La razón principal ha sido la subida de los carburantes y de la electricidad en comparación con los precios de hace un año.

LA INFLACIÓN CRECE Y SITÚA A MAYO COMO EL TERCER MES CONSECUTIVO CON REPUNTE DE LOS PRECIOS

La retirada de parte de las medidas de apoyo desde el pasado mes de enero para combatir el impacto de la inflación está teniendo un impacto directo en la tasa desde que comenzó el año.

Mayo fue el tercer mes consecutivo con repunte de los precios y se sitúa ya ocho décimas por encima de su tasa más baja marcada este año, cuando en febrero llegó al 2,8%.

Los motivos, según explica el INE, tienen que ver con la subida de los precios de la electricidad (la subida del IVA de la luz, principalmente) frente a las bajadas de mayo de 2023, lo que denominan el efecto base. También han contribuido a este aumento que los precios de los carburantes bajaron en mayo de este año menos de lo que lo hicieron a estas alturas de 2023.

LA EVOLUCIÓN DE LOS PRECIOS ESTÁ MUY LEJOS DE LOS PICOS ALCANZADOS HACE ALGUNOS AÑOS

En cambio, y como publica el organismo estadístico, la inflación subyacente (que no incluye alimentos no elaborados ni productos energéticos)registra una subida más leve, de apenas una décima, situándose en el 3%.

Esta décima viene influida por el aumento de los precios de los servicios relacionados con el turismo (paquetes turísticos, transporte de pasajeros aéreos, servicios de alojamiento, etc.), señalan.

Inflación Subyacente Temporada De Viajes, Precios

Pese al incremento, la evolución de los precios está a años luz de los picos alcanzados hace un par de años, cuando el azote de la crisis energética provocó una tormenta inédita en Europa y con ella el despliegue de una amplía batería de medidas públicas para contener los daños.

«No hay un cambio de tendencia, una aceleración», afirma Raymond Torres, director de Coyuntura Económica del centro de análisis Funcas, que había estimado para este mayo un alza superior, de hasta el 3,7%.

La inflación subyacente rompe una tendencia de nueve meses a la baja, desde julio de 2023, cuando la tasa estaba en el 6,2%, mientras que la inflación general lleva tres meses consecutivos al alza.

En tasa mensual, los precios de consumo han registrado una subida del 0,3% y han encadenado cinco meses al alza, aunque se han moderado cuatro décimas respecto a abril, según detalla el INE.

Inflación Subyacente Mayo 2024

En cuanto a los datos armonizados para la comparación con Europa, la tasa de variación anual del IPCA ha sido del 3,8%, cuatro décimas por encima de la registrada el mes anterior, mientras que la variación mensual ha sido del 0,2%.

Tras conocer estos datos, el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa ha explicado que la inflación subyacente se eleva una décima «influida por el aumento de los precios de los servicios relacionados con el turismo, es decir, paquetes turísticos, transporte de pasajeros aéreos y servicios de alojamiento».

Más allá de la volatilidad de la energía y de los propios alimentos, existe otro factor que aleja el objetivo del 2% marcado por el BCE: el precio de los servicios. España tiene ante sí el reto de conjugar la recuperación económica, impulsada por este sector, con el control de los precios, pero no es una tarea fácil, especialmente ante una temporada turística que se está iniciando y que cada vez se alarga más. La relacionada con los viajes, el ocio o la hostelería llevan meses al alza, y se antojan como el próximo reto a vencer para superar definitivamente la crisis inflacionista

QUÉ IMPORTANCIA TIENE LA INFLACIÓN SUBYACENTE

La inflación subyacente es aquella que calcula la evolución de los precios sin tener en cuenta ni los precios de la energía ni la de los alimentos no elaborados. Sí incluye todo lo demás: alimentos procesados, ropa, restauración, comunicaciones, ocio o cultura.

El término se introdujo por primera vez en 1970 a partir de un conflicto bélico que implicó a varios países productores de petróleo y que hizo, por tanto, dispararse el precio del crudo.

«Esto ocasionó, primero, un aumento en el coste de los sectores económicos que dependían directamente de él para funcionar (como el transporte o la industria) y, después, en los que dependían de forma indirecta, como la producción de insumos agrícolas o textiles», explican desde el Banco Santander en su blog.

De ahí que se buscara un nuevo mecanismo para medir la inflación que no tuviera en cuenta esos efectos y con el que se pudiera analizar el comportamiento de los precios al margen de esas situaciones puntuales.

La otra gran diferencia con la inflación es el tiempo en el que se mide. Mientras que la inflación compara sobre todo la evolución de los precios a largo plazo, normalmente anual, la subyacente permite medirla de forma mensual o trimestral.