Es posible trabajar menos: así sentencia la tecnología a la jornada laboral de 8 horas

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Aunque algunos lugares están experimentando con la semana laboral de 4 días y menos jornadas de las tradicionales 40 horas, la mayoría de los países del mundo todavía siguen este sistema implantado hace décadas, como mínimo. A pesar de ello, se discute mucho sobre la búsqueda de alternativas por diversas razones. Por ejemplo, con tanta tecnología nueva que puede ayudarnos a trabajar más rápido, esto podría ser un motivo para reducir nuestras horas de trabajo.

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Así sentencia la tecnología a la jornada laboral de 8 horas

Existe un concepto muy interesante en relación con este tema. Se llama cronodiversidad y busca explorar la posibilidad de abandonar una de las normas impuestas por la sociedad. En este caso, se refiere a la que dicta cuándo debemos trabajar, disfrutar del tiempo libre y descansar. La idea de repartir nuestro día en ocho horas de descanso, ocho horas de trabajo y ocho horas de ocio, que nos enseñan desde pequeños, en la práctica no es tan fácil de cumplir debido a las horas que gastamos en el transporte al trabajo, el cuidado de niños, ancianos o familiares dependientes y otras responsabilidades continuas.

Por ejemplo, Jenny Odell es reconocida por sus discursos sobre productividad y rendimiento, pero promueve una perspectiva contraria a la corriente principal. En su libro ‘Cómo no hacer nada’, protesta contra «la capitalización de nuestro tiempo, la rentabilización de nuestra atención y el estado de impaciencia y ansiedad en el que vivimos». Además, ha comenzado a reivindicar la cronodiversidad. Como ya se mencionó, la idea se basa en que el tiempo (o mejor dicho, la temporalidad) es un constructo cultural, y ser conscientes de esto es el primer paso para entender que el ritmo y la velocidad a los que vivimos no son naturales. Según los defensores de estos cambios, existen diversas formas de entender el tiempo.

La cronodiversidad se centra en reflexionar sobre cómo manejamos nuestro tiempo y sugiere que los horarios no son iguales para todos. Propone abandonar la rutina de horarios uniformes (levantarse temprano, desayunar, comer y cenar a ciertas horas, dormir por la noche) y también desafía normas sociales relacionadas con la edad, como casarse o estudiar a determinadas edades. Es importante recordar que en 1930, el economista británico John Maynard Keynes predijo en su ensayo ‘Posibilidades económicas para nuestros nietos‘ que en un siglo las personas trabajarían solo 15 horas a la semana debido al aumento de la productividad gracias a los avances tecnológicos.

Recientemente, un estudio de Autonomy confirmó que la incorporación de inteligencia artificial (IA) en los flujos de trabajo podría reducir la cantidad de horas trabajadas sin afectar el salario. Además, el líder de JPMorgan, el mayor banco de Estados Unidos, sugiere que la IA podría permitirnos trabajar solo 3,5 días a la semana manteniendo los mismos niveles de productividad.

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