Las demoliciones son indispensables en el proceso de construcción de un espacio, sea una pequeña o una de gran escala. Para su correcta ejecución, la planificación es indispensable. Es un proceso que puede parecer tedioso, pero con el paso a paso se vuelve más algo más claro y mucho más alcanzable.
¿Cuándo necesitas una demolición? No siempre se trata de derribar toda una estructura, por lo que es algo que deberías considerar si quieres hacer del espacio de una habitación algo nuevo. Las posibilidades se abren cuando has contemplado esta opción, ya que te permitirá nuevas distribuciones y diseños.
Sin embargo, para comenzar con este proceso, es crucial que planifiques las cosas para garantizar la seguridad, la higiene y el cumplimiento de las normas. Parece algo riesgoso y complicado, pero no lo es realmente, si lo haces de la forma correcta.
Primera fase: la preparación
Es indispensable que veas una demolición como un antes, durante y después. Esto quiere decir que cada parte tiene su fase correspondiente, y antes de iniciar necesitas hacer algunos pasos previos:
- Inspección: es indispensable que un profesional haga una evaluación exhaustiva de todo el espacio que estará influido por la demolición, incluyendo las áreas circundantes que podrían verse afectadas, o los servicios, por ejemplo.
- Permisos: pregunta en la alcaldía si lo que vas a hacer necesita permisos. Es posible que, en el caso de ser una respuesta afirmativa, te pidan un proyecto hecho por un profesional.
- Protección: protege de daños todos los elementos que pueden verse afectados. Usa lonas y plásticos para contener el polvo.
- Desconexión de servicios: desconecta todos los servicios de electricidad, agua y gas que pudieran verse afectados por la demolición. Un profesional podrá decirte qué deberás hacer con exactitud.
Segunda fase: limpieza previa
Sí, la demolición que harás terminará en un desastre a limpiar posteriormente, pero antes también tienes que despejar el área para que no haya objetos que estorben o que se puedan dañar. Una empresa que se dedique al vaciado de trasteros u otras áreas te puede ayudar con esta tarea. Es preferible que contrates profesionales para que muevan todo con cuidado, sobre todo los muebles grandes y los electrodomésticos, para que no se dañen.
También puedes tener incluido el servicio de clasificación de la basura, lo que te ahorrará una gran cantidad de tiempo. Así no tendrás que preocuparte ni siquiera por este aspecto.
Tercera fase: la demolición
En esta parte, es indispensable que contrates a una empresa que haga este trabajo. Es posible que alguien con experiencia en construcción te pueda ayudar y tú colaborar, pero no es lo recomendable porque no tienes garantía del resultado. La experiencia profesional será lo más impactante a considerar quién hará este trabajo.
Cuando busques a una empresa, considera preguntar por sus trabajos previos y su reputación online. Esto te dará una idea de la calidad de los proyectos en los que se ha involucrado.
Otra ventaja considerable es que el personal que contrates tendrá herramientas propias, por lo que no tendrás que gastar en su compra o alquiler. Además, los profesionales de tuinmueblevacio.com y similares ya tendrán experiencia en su manejo y la del todo el equipo a emplear, lo cual será mucho más seguro para todas las partes.
Ten paciencia cuando esté sucediendo el proceso. Puede ser más tardado de lo que pensabas, pero también es posible que sea bastante rápido, si el área es pequeña. Si ya has hecho un proyecto previo y revisado con un especialista, será mucho más fácil y más responsable seguir el plan con las fechas pertinentes.
Cuarta fase: la limpieza (de nuevo)
Por supuesto, después de la demolición habrá escombros y polvo. Es preferible que aspires el polvo y limpies las superficies con agua y jabón después de haber retirado los escombros. Incluso podrías contratar este servicio, ya que es bastante tedioso hacerlo por tu cuenta.
Nuevamente, lo ideal es que te contactes con una empresa que se encargue de mover los restos de la demolición. Hay las que pueden hacer desde algo complejo, como el vaciado de naves industriales, hasta proyectos más simples, como un área de tu casa.
Aquí por primera vez verás el espacio en su totalidad. Aprovecha de hacerte una primera idea realista de cómo se verá la habitación después de que la termines.
Quinta fase: la decoración
Nunca abandones el proyecto después de que lo empezaste. No hay nada más cargante a nivel psicológico en casa que tener una construcción a la mitad. Date el tiempo de decorar, una vez tengas todo limpio.
De nuevo, te recomendamos que contrates a un equipo profesional que te ayude en esta parte. No se trata de algo tan simple como puede parecer. Ten una idea de lo que quieres hacer y preséntala a un especialista. La persona que hayas contratado buscará lograr lo más cercano posible, de acuerdo a las características del espacio.
