Un nuevo FIFA de los dueños de GTA amenaza a EA Sports, pero el mejor juego de fútbol siempre será otro

-

Estas últimas semanas han salido a la luz diversas informaciones que FIFA tiene ya nuevo dueño para sus juegos de fútbol, tras su fructífera etapa con EA Sports. Los insiders apuntan a que Take-Two, la multinacional que tiene en su cartera de estudios a desarrolladoras de videojuegos tan importantes como Rockstar (padres de la saga GTA/Grand Theft Auto o Red Dead Redemption) o las distintas divisiones de 2K (como 2K Sports creadores de las entregas anuales de NBA 2K), habría llegado a un acuerdo con la federación de fútbol para ponerse manos a la obra con la competencia de Electronic Arts.

Todo esto augura un panorama curioso, ya que el nuevo competidor de EA FC (nuevo nombre de la saga de EA) puede poner en aprietos a una de las franquicias más consolidadas del planeta, con millones de jugadores en PlayStation, Xbox, PC e incluso Nintendo Switch. Pero a nosotros solo nos sale viajar unos años atrás y recordar cuando Konami era el rey del fútbol digital con la saga Pro Evolution Soccer, y más concretamente con PES 6.

5
El legado de PES 6

Pro Evolution Soccer 6 dejó una marca imborrable en la historia de los videojuegos de fútbol. Su enfoque en la jugabilidad por encima de los gráficos y las licencias oficiales lo distinguió como un clásico. A través de PES 6, muchos jugadores experimentaron una simulación de fútbol que capturaba la emoción y la estrategia del deporte de una manera sin precedentes.

La saga PES, en su conjunto, ha sido una montaña rusa de innovaciones y desafíos. Aunque FIFA ha logrado consolidar una posición dominante en los últimos años, muchos fanáticos de los videojuegos de fútbol recuerdan con cariño la época dorada de PES y, en particular, la magia de PES 6. Este título no solo elevó el estándar de lo que un videojuego de fútbol podía ser, sino que también dejó una huella duradera en la cultura de los videojuegos, recordándonos que, en su mejor momento, PES fue el rey indiscutible del campo virtual.

Siguiente