Ducati decide entre Jorge Martín y Marc Márquez, pero no todo lo hará la pista
El debate sigue abierto y, a priori, no hay nada decidido en Ducati ni con Jorge Martín ni con Marc Márquez. Todo el mundo opina sobre el juego de las sillas en la casa de Borgo Panigale, pero únicamente la cúpula del equipo, en una reunión que debería darse pronto, decidirán entre ambos españoles, porque Enea Bastianini parece muy por detrás del resto de rivales en esa pelea.
Sea como fuera, muchos son los que dicen que después de años de constancia, esfuerzo, de grandes resultados (actualmente es el más rápido y líder del Mundial, además de subcampeón del año pasado), la marca boloñesa ya tendría que haberle dado a Jorge Martín el asiento libre que hay en el equipo oficial de Ducati. Sin embargo, esta situación no es tan sencilla, porque la irrupción del tro de Cervera lo ha cambiado todo.
Jorge Martín es favorito, pero la irrupción de Márquez lo cambia todo en Ducati
La primera de esas dos vías va directamente vinculada con quién será en ese periodo el compañero de Bagnaia, un puesto con tres candidatos, como reconocen los gestores de la marca italiana. Una competencia que esperan que culmine después del gran premio de la semana que viene, en su casa, en el circuito toscano de Mugello.
Una batalla a la que han puesto fecha por respeto a los contendientes, para darles la oportunidad de reivindicarse en las citas de trazados clásicos en las que estamos inmersos: con una primera parada en Jerez, una segunda en Le Mans, la tercera de este fin de semana en Montmeló, y esa última italiana. Bastianini es el que ocupa esa codiciada moto, pero es al que menos opciones le dan. En el caso de Jorge Martín, su madurez y liderato con 38 puntos sobre Bagnaia y 40 sobre Márquez y Bastianini es lo que más observan en Ducati.
No solo bastará con ser el más rápido
El problema para Jorge Martín es que la irrupción de Márquez en una ecuación donde todavía sigue vivo, aunque a duras penas, Enea Bastianini, ha complicado los criterios de selección habituales en el seno de la fábrica de Bolonia. No solo bastará con ser el más rápido, una condición que ha acreditado con creces en el pasado, sino que el ruido exterior también decantará a uno y a otro.
Aunque nunca ha señalado su deseo expreso de vestir de rojo, Márquez ha declarado estar dispuesto a romper con todo para subirse a la Desmosedici de fábrica. «En la vida, a veces, hay que tomar decisiones que a uno no le gustan o no quiere tener que tomar. Aquí estamos todos para ganar, y para ello hay que buscar las mejores condiciones en todo momento», decía el 93 en Le Mans.