Cambiar de coche es una decisión importante que a menudo está influenciada por la cifra de kilómetros recorridos. A medida que un coche acumula kilómetros, sus componentes mecánicos principales como el motor, la transmisión y la suspensión experimentan un desgaste natural. El motor, en particular, es una de las partes más afectadas por el uso prolongado. Con el tiempo, las piezas internas del motor, como los pistones, cilindros y anillos, se desgastan, lo que puede llevar a una disminución en el rendimiento, mayores emisiones y un consumo de combustible más alto.
La transmisión también es susceptible al desgaste. Las transmisiones automáticas, en especial, pueden desarrollar problemas significativos después de recorrer grandes distancias, lo que puede resultar en costosas reparaciones o reemplazos. La suspensión, que incluye amortiguadores, muelles y otros componentes, también se deteriora con el tiempo, afectando la comodidad de conducción y la estabilidad del vehículo.
2La cifra a partir de la cual cambiar de coche
Según los expertos, esta cifra suele situarse entre los 250.000 y 300.000 kilómetros. Este rango de kilometraje se considera un punto de inflexión en la vida útil de un vehículo, más allá del cual los costes de mantenimiento y reparación suelen aumentar significativamente. A continuación, exploraremos en detalle las razones para cambiar de coche al alcanzar este kilometraje y los factores que influyen en esta decisión.