Un completo y detallado mapa de todo el fondo marino del Mar Menor permitirá cartografiar y conocer el estado y evolución de los ecosistemas, analizar la hidrodinámica submarina y los flujos de entrada de agua, al tiempo que estudiar la biodiversidad marina y sus hábitats.
Toda esta documentación científica se incorporará al ‘gemelo digital’ del Mar Menor, desarrollado por el Gobierno regional, para facilitar la toma de medidas que ayuden a actuar con anticipación en el Mar Menor, según informaron fuentes del Ejecutivo autonómico en un comunicado.
El equipo de investigadores y científicos del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (IMIDA) está desarrollando trabajos científicos de batimetría a lo largo de las 135.000 hectáreas del Mar Menor, distribuidos en una malla de 600 puntos de toma de muestreo. Los trabajos están coordinados por el responsable del Equipo de Sistemas de Información Geográfica y de Teledetección, Manuel Erena.
El consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez, acompañado del alcalde de San Pedro del Pinatar, Pedro Javier Sánchez, ha supervisado este martes en Lo Pagán al inicio de los trabajos de batimetría en las profundidades marinas del Mar Menor y ha destacado que «permitirán tener el mayor análisis del fondo marino del Mar Menor de los últimos 57 años», cartografía realizada en 1.967 por el Instituto Hidrográfico de la Marina.
«De esta forma, el Gobierno regional amplía el conocimiento científico que nos permita conocer de forma permanente el estado ecológico del Mar Menor, evaluar las medidas implementadas y anticiparnos a las situaciones de crisis», ha subrayado el consejero.
El titular de Medio Ambiente ha explicado que «la recuperación del Mar Menor pasa por tener una radiografía completa del ecosistema que ayude a tomar las mejores decisiones y actuar con anticipación ante cualquier situación que pueda desestabilizar el ecosistema».
Para ello, los trabajos de batimetría van a permitir escanear al detalle el fondo marino y «proporcionarán valiosísima información para conocer, con altísima precisión, el estado y evolución del fondo, los datos de relieve, las cotas de profundidad, los cambios producidos por la entrada de sedimentos por las últimas danas y la vegetación existente en el Mar Menor», ha señalado el consejero.
También ofrecerá información del estado de la masa de agua, el flujo de entrada de agua a través de las golas que lo conectan con el Mediterráneo y la geomorfología submarina. Además, se está realizando un estudio fotográfico de todo el fondo marino para conocer el estado de los hábitats en diferentes puntos del Mar Menor y la contabilización de especies emblemáticas del ecosistema, como las nacras.
ALTA PRECISIÓN Y ÚLTIMA TECNOLOGÍA
El estudio de batimetría o de relieve del fondo marino se lleva a cabo a través de los equipos de alta precisión y última tecnología instalados en una embarcación incorporada al equipamiento científico para la monitorización del Mar Menor. La embarcación está dotada de diferentes sensores de última generación, que han precisado formación específica de parte de técnicos especializados procedentes de diversos países de Europa.
En concreto, cuenta con tres tipos de sondas. Por un lado, una ecosonda EA440 que permitirá realizar mapeos del lecho marino y obtener información sobre la profundidad del agua y la topografía del fondo, para identificar las diferentes tipologías del fondo, la evolución de las golas y los cambios en el periodo de renovación de agua.
Por otro, la sonda multiparamétrica AML con sensores de calidad de aguas que piden distintos parámetros (turbidez, temperatura, clorofila, turbidez y oxígeno disuelto) para evaluar la salud del ecosistema acuático y que pueden afectar a la vida marina; y la sonda de nitratos SUNA V2 para medir con gran precisión los nutrientes en tiempo real, especialmente en la desembocadura de la rambla del Albujón.
También incorpora un perfilador de sedimentos AQUAscat para estudiar las características, el tamaño y la densidad de los sedimentos en suspensión, elementos claves para comprender la hidrodinámica y su estado ecológico.
Y dispone de una cámara oceanográfica C-Tecnics para capturar imágenes y videos de la vida marina y el entorno submarino, con el fin de documentar y estudiar la biodiversidad, el comportamiento de las especies y la evolución del ecosistema.
Los equipos, que han supuesto una inversión de 200.000 euros, han sido adquiridos con cargo a fondos FEDER del Observatorio del Mar Menor y en el marco del proyecto Thinkinazul, cofinanciado con fondos Next Generation de la Unión Europea y del Gobierno regional.