No es demasiado raro leer la noticia de un conductor de VTC fallecido en Madrid o en otras grandes ciudades europeas. La realidad del trabajo en estas plataformas, como ya le han contado a este periódico, es que para llegar a un sueldo suficiente, un conductor de Cabify, Uber o Bolt tiene que trabajar en ocasiones hasta 12 horas diarias para cubrir la facturación necesaria. El problema es que esta cantidad de horas detrás del volante genera riesgos, y el reciente accidente en Vicálvaro, a las 7 de la mañana, recuerda de nuevo que además de la imposibilidad de la conciliación con este tipo de horarios, muchas veces se traducen en riesgos para conductores y viajeros.
Aunque ni la Guardia Civil ni los equipos de bomberos que acudieron al accidente el pasado 25 de mayo han revelado su identidad, los comentarios de otros conductores sobre su propia situación laboral están a la orden del día, tanto los hechos a este medio como los publicados en redes sociales, no muestran demasiada sorpresa con la situación. El cansancio y el necesitar horas extra para superar el sueldo mínimo de 16.000 euros que reciben al año, hacen que estos accidentes sean una posibilidad eventual más que una excepción.
Pero las empresas responsables no son directamente Uber, Cabify o Bolt, más allá de lo que esté escrito en el rotulado del coche que sufre un accidente, sino las empresas que controlan las licencias de VTC en las grandes ciudades. Empresas como Vecctor o Auro son las que deben reaccionar a estas situaciones, y aunque hay exigencias mínimas de seguridad hechas por las empresas, desde el uso del cinturón hasta el estado del coche, aun cuando también hay denuncias de vehículos que no cumplen con estas medidas.
UN ACCIDENTE DE UNA VTC EN MEDIO DE PROTESTAS EN MADRID
Lo cierto es que el accidente ocurre en un momento especialmente delicado para los conductores de las VTC en la Comunidad Autónoma de Madrid. Los sindicatos y la patronal del sector se encuentran en negociación del nuevo convenio de trabajo, pero de momento la mesa de negociación se ha roto y de hecho los tres sindicatos que representan a los conductores en la capital, CC.OO, UGT y el Sindicato Libre de Transporte (SLT) han puesto fecha para días de huelga en la capital, algo que no había ocurrido previamente a este nivel.
Precisamente uno de los motivos que esgrime SLT para protestar es que los trabajadores solo reciben el pago por horas efectivas, es decir, en las que tienen un viaje programado en la aplicación, y se ignoran tiempos de espera, o el tiempo que un conductor decida recargar combustible. Sumado a una subida del sueldo mínimo a 18.000 euros anuales, antes de los bonos por facturación, podría servir para reducir el total de horas de trabajo y reducir el número de accidentes.
Es que incluso asumiendo que el conductor de Vicálvaro no haya estado al final de un largo turno nocturno, la acumulación de varios turnos por encima de las 8 horas entre la semana puede ser suficiente para generar una situación como esta. La realidad es que los trabajadores de Uber, Cabify y Bolt pasan demasiadas horas tras el volante y que una y otra vez los conductores y sus representantes lo han reclamado tanto a las plataformas como a quién diseña los reglamentos. Pero para las plataformas tener una flota trabajando 24 horas y 7 días a la semana es clave para lograr resultados.
CABIFY, UBER Y BOLT SIGUEN SIENDO CLAVES PARA EL TRANSPORTE EN MADRID
Pero lo cierto es que por la forma en que la Comunidad Autónoma de Madrid recibió a estas empresas en la actualidad son claves para la movilidad en toda la zona. Con un verano en puertas, que incluye no solo las fiestas de los barrios de la ciudad, sino también festivales como el Mad Cool y el evento de electrónica A Summer Story, hacen que sea complicado enfrentarlas en la entrada de la temporada estival, al mismo tiempo si no hay un cambio en cuanto a su estructura de horarios es fácil pensar que pueden repetirse situaciones como la de Vicálvaro.
En cualquier caso, la situación en cuanto a jornada laboral puede cambiar con el nuevo convenio. Si consiguen un cambio en el sueldo mínimo anual, pueden no tener que trabajar tantas horas y evitar el cansancio tras el volante que suelen señalar los trabajadores y que genera estos riesgos.
Es además un riesgo a tener en cuenta para los usuarios. Aunque en este caso la tragedia se limitó al conductor, es posible que ocurra con un viajero en el vehículo, o con otros de los coches en la vía. Un motivo más para intentar resolver la situación de los trabajadores de estas aplicaciones.