El presidente del Barcelona, Joan Laporta, no pudo contener su emoción tras la victoria en la Champions femenina, dejando que las lágrimas brotaran en medio de la alegría que inundaba el ambiente durante la entrega de trofeos. Este conmovedor momento ocurrió apenas un día después de que Laporta tomara la decisión repentina de cesar a Xavi como entrenador del equipo principal. En un gesto que captó la atención de todos, Laporta aprovechó la euforia por el triunfo del equipo femenino para explicar públicamente su decisión drástica, argumentando la necesidad de cambiar el rumbo en el banquillo.
Tratando de alinear el entusiasmo de los aficionados con su determinación, el presidente incluso pidió un aplauso para el exentrenador, buscando suavizar la controversia generada por su despido. Sin embargo, las acciones de Laporta durante la celebración reavivaron el debate sobre la coherencia y oportunidad de sus decisiones, en un escenario donde el fútbol y la política del club se entrecruzan en una compleja red de emociones y expectativas.
5La resignación de Xavi Hernández
En contraste con la efervescencia de Laporta, Xavi Hernández se mostró resignado ante su salida del Barcelona.
En sus declaraciones, el exentrenador expresó su respeto por la decisión del club y su disposición a seguir ligado a la institución como un aficionado más.
Aunque lamentó no poder continuar al frente del equipo, Xavi dejó entrever la posibilidad de regresar en el futuro, dejando abierta la puerta a nuevas oportunidades.