En la actualidad su figura es más que conocida fuera de SEGA, pero Sonic es uno de esos personajes que cambió la industria de los videojuegos y, en parte, del entretenimiento. Este veloz personaje azul, conocido por su actitud audaz y sus increíbles habilidades para correr extremadamente rápido se convirtió en el rostro de la empresa japonesa y, a día de hoy, sigue siéndolo.
La creación de Sonic es una historia de innovación, competencia y la búsqueda de una identidad distintiva en un mercado altamente competitivo, donde SEGA intentó acabar con Nintendo por todos los medios. No lo consiguió, pero rivalizó como nunca había rivalizado otra marca hasta entonces. Veamos por qué.
1La situación de SEGA en los 80
A finales de los años 80, SEGA se encontraba en una posición desafiante dentro de la industria de los videojuegos. Aunque la empresa había tenido cierto éxito con su consola Master System, no había logrado alcanzar el nivel de popularidad y ventas de su principal competidor, Nintendo. Este último dominaba el mercado con su consola Nintendo Entertainment System (NES) y su mascota, Mario, un plomero italoamericano que había capturado la imaginación de jugadores de todo el mundo.
Para competir de manera efectiva, SEGA necesitaba una mascota que pudiera rivalizar con Super Mario. Esta nueva figura debía ser carismática, atractiva y distintiva. Además, tenía que ser un personaje que pudiera aprovechar las capacidades técnicas superiores de la próxima consola de SEGA, la Mega Drive (conocida como SEGA Genesis fuera de América del Norte).