Hace poco te contábamos sobre el frío de Siberia, pero en Canadá tampoco se quedan atrás con las bajas temperaturas. Resulta que hay un pequeño pueblo que tiene la particularidad de sufrir temperaturas de -50°, insoportable para cualquier ser humano. Ahora bien, ¿Qué solución encontraron? Se creó un muro de gran tamaño que los protege de todas las intermitencias del clima.
Puntualmente hablamos de Fermont, que está bien al norte en Canadá y en donde se habla más francés que inglés. El muro que acabamos de mencionar tiene 35 metros de alto y está formado con un material que impide la penetración del viento helado. Además, allí adentro viven unas 2000 personas que se las arreglan muy bien: Tienen bares, tiendas, colegio, una cárcel y hasta piscina.
Las características de Fermont, el pueblo de Canadá que le dice no al frío
Esto no sucedió de un día para el otro, en donde terminó siendo el resultado de algunas acciones un tanto ajenas. Resulta que a fines de la década del sesenta, la empresa Québec Cartier Mining Company se instaló en el norte de esta provincia de Canadá, con el objetivo de hacer algo que nadie se había atrevido antes: Abrir una mina en Fermont, uno de los pueblos más fríos de todo el planeta.
El frío de Fermont es similar al de Siberia, Alaska y ese tipo de puntos del mundo en donde no se puede vivir normalmente. La particularidad es que el pueblo está bastante más al sur que estos lugares, pero de todas maneras sus inviernos son muy extensos, en los veranos sigue haciendo demasiado frío y las horas del día son evidentemente cortas. Pero los empresarios estaban decididos a hacer historia.
El pequeño pueblo que hoy es la envidia de Canadá
La mencionada mina de Canadá abrió contra todo pronóstico en el año 1971, en donde empezaron a llegar mineros poco a poco atraídos por un enorme salario, pero también con este particular muro contra vientos. No es algo ordinario: Se trata de un artefacto que cuenta con un bloque de 1,3 kilómetros de largo, entre 12 y 30 metros de alto que funciona como impide las grandes heladas para el resto del pueblo. Sigue haciendo frío, pero baja drásticamente en el lugar.
Colocado en la parte norte, y dispuesto de tal manera que desvía las corrientes que vienen del Ártico, el muro consigue que las mil personas que viven en casas unifamiliares tengan un invierno lo más razonable posible. Allí adentro la gente vive como reyes, en donde tienen un hotel, supermercados, un teatro, peluquerías, escuelas…todo para que no tengan que salir despavoridos a otro lugar. ¡Hasta tienen una pileta olímpica! Claro, está climatizada y demás, pero ello denota que el frío y en este caso, fue dominado.