Limpiar el horno de tu cocina muchas veces es un incordio, en donde la grasa acumulada en su interior es tan rebelde que cuesta quitarla. Algunos prueban hacerlo con productos químicos que son costosos, e incluso muchas veces inútiles. Otros tantos son los que utilizan todo su ideal y aprovechan fórmulas caseras para lograrlo, y allí es en donde aparece la pasta de dientes, que gracias a sus propiedades es verdaderamente buena.
Pasar un paño con agua y frotar reiteradas veces no es la solución a la suciedad del horno, ya que la grasa es muy complicada de quitar. Incluso, si no haces bien esa tarea afectará directamente el sabor de tus alimentos si los siguen preparando sin lavarla correctamente. Por tal motivo, solo debes ir a la tienda (si es que no tienes en casa) y comprar una pasta de dientes, ¡No lo dudes!
El paso a paso para limpiar tu horno con pasta de dientes
Las pasta de dientes es útil para tu horno ya que tiene propiedades que elimina las bacterias. Una vez que ya tienes este producto en tus manos, lo primero que debes hacer es cortar una esponja en tiras, la cual deberá estar limpia y no tener restos de comida u otros productos (detergente por ejemplo). Una vez hecho esto, deberás colocar la pasta en las ranuras de la rejilla del horno por toda dicha superficie.
Ya realizada esa acción ahora deberás tomar un pedazo de la esponja y refregar en cada ranura. A medida que se vayan cubriendo de grasa, deberás ir cambiando de tiras para no ensuciar partes que ya hayas limpiado. Ya cuando tengas este paso hecho podrás pasar un trapo para eliminar la pasta de dientes por completo del horno, en donde tienes que enjuagarlo con agua y repetir el paso en repetidas ocasiones.
La importancia de la pasta dental que ayuda a tu horno
Ya hablamos de las propiedades que tiene la pasta de dientes y como puede serle útil a tu horno, pero lo que te diremos ahora es que la misma sirve tanto para aparatos eléctricos como a gas. Su uso no difiere demasiado entre un modelo u otro, ya que nunca pasarás dicha pasta en cables sensibles, caños de gas y demás. Si el dentífrico no te agrada, otra solución puede ser el bicarbonato de sodio.
Este químico tan noble y que tiene cientos de usos puede ser de gran ayuda. Para ello deberás poner una cucharada sopera dentro de un vaso de agua tibia y mezclar. Luego y de forma opcional podrás agregar algunas gotas de vinagre blanco, para finalmente humedecer una esponja y pasarla por el horno. Cuando toda la zona esté completa llegará la hora de limpiar todo con un trapo y ver lo bien que ha quedado.