El Sevilla FC pasa por una de las peores crisis que se recuerdan en Nervión
‘Pones un circo y te crecen los enanos’, eso es lo que deben estar pensando en las oficinas del Sevilla FC en estos momentos. Y es que, en un club que atraviesa una de las peores crisis financiera y deportiva todo lo que puede salir mal está saliendo peor. Esto implica a jugadores que se quieren ir o no quieren venir, entrenadores que ponen condiciones ante el temor a fracasar, afición enfrentada desde hace años a una directiva que va como pollo sin cabeza y propietarios que se tiran los trastos a la cabeza pese a ser de la misma sangre.
El último gran palo que el club hispalense se ha llevado está relacionado con los patrocinadores de su camiseta. Así, el equipo ha jugado toda la temporada con la camiseta libre de anunciantes después de que no se alcanzara un acuerdo con ninguna de las empresas interesadas bajo el pretexto de que ‘esa camiseta tiene un caché y un precio para quién quiera salir en ella’.
Ni los mejores escaparates traen anunciantes al Sevilla FC
Pese a la pésima temporada del Sevilla FC, lo cierto es que el equipo contaba con muy buenos escaparates para atraer a potentes anunciantes para su camiseta. El hecho de jugar la Champions League y llevar el nombre la empresa por toda Europa ya es un argumento más que convincente. Si no fuera suficiente, el club hispalense contaba con jugadores como Sergio Ramos, un reclamo publicitario en su mismo.
Sin embargo, ni disputando Champions ni teniendo a uno de los futbolistas más mediáticos el Sevilla FC consiguió estampar el logo de un patrocinador en su camiseta de los partidos. Hubo contactos pero los días pasaron y las pretensiones se mantuvieron fijas lo que derivó en una falta de acuerdo que tiene como consecuencia un gran agujero financiero.
Los socios taparan el agujero
Tras la clasificación del Sevilla FC para jugar la Champions League la pasada temporada, el club decidió que era un buen momento para subir el abono de temporada para sus socios. Una subida que, aunque no sentó demasiado bien, todos llegaron a comprender ante la presencia del equipo en competiciones de mayor nivel.
El miedo de todos estos socios viene ahora que el equipo no juega en Europa pero tampoco tiene patrocinador para su camiseta. Así, los abonados tienen claro que serán ellos, con los precios que paguen, los que sirvan otra vez para reducir el impacto de un año en blanco y la incompetencia de sus dirigentes.