El empresario, filántropo y cofundador de Microsoft, Bill Gates, se ha convertido en una de las figuras más influyentes en el sector tecnológico, especialmente en el ámbito de la inteligencia artificial y en la discusión científica sobre cómo abordar el cambio climático.
2La razón de contratar personas perezosas
El cofundador de Microsoft ofreció una justificación interesante para su preferencia por contratar a trabajadores perezosos como una estrategia para abordar problemas serios o complejos en sus empresas.
En una conversación con la prensa internacional hace algunos años, Bill Gates explicó su preferencia por asignar trabajos difíciles a personas perezosas con la siguiente declaración: «Siempre pondré a una persona perezosa a hacer un trabajo difícil porque esa persona encontrará una manera fácil de hacerlo».
De esta manera, la contratación de personas perezosas era una de sus estrategias para resolver problemas dentro de Microsoft, ya que esto permitía obtener enfoques innovadores para abordar ciertas situaciones. Gates desarrolló esta estrategia a partir de su experiencia como estudiante. Durante sus años escolares, Gates era un alumno perezoso porque se aburría con las tareas simples que le pedían en clase. Sin embargo, su profesor de octavo grado logró aprovechar sus capacidades y lo hizo destacar en matemáticas.
A partir de esa experiencia, Bill Gates comprendió que, en ciertos casos, la mejor manera de abordar tareas complicadas es utilizando el ingenio de las personas que son más reacias a trabajar. Así, podría obtener la solución más simple y rápida para avanzar en el desarrollo de un proyecto.
Es importante aclarar que, para Gates, tomar el camino más fácil no significa ser perezoso; al contrario.
En una conversación con la prensa internacional hace algunos años, Bill Gates explicó su preferencia por asignar trabajos difíciles a personas perezosas con la siguiente declaración: «Siempre pondré a una persona perezosa a hacer un trabajo difícil porque esa persona encontrará una manera fácil de hacerlo».
