Parece de otro mundo pero es de este planeta: El Parque Nacional de Timanfaya en la isla de Lanzarote, en España, es un paisaje volcánico surrealista que tiene cada vez más visitantes. Allí podrás encontrar montañas de lava solidificada, campos de cenizas y paisajes similares a un desierto. Dicha actividad volcánica pasada ha creado una atmósfera con tintes lunares que te trasladará al satélite terráqueo en un abrir y cerrar de ojos.
El volcán todavía está activo y en el año 1993 la UNESCO reconoció esta área como reserva biosférica. En este lugar de Lanzarote está la estatua bautizada como El Diablo, en relación a las Montañas del Fuego. Esta especie de infierno está conformado por grandes áreas de coladas de lava que todavía son inaccesibles, y por eso el autor de dicha escultura materializó al ‘Rey de las Tinieblas’.
¿Qué puede hacerse en el Parque Nacional de Lanzarote?
En primer lugar y casi de manera obvia, te diremos que recorras de punta a punta el Parque Nacional de Timanfaya, ya que se trata del único parque protegido de carácter geológico en España. Ocupa una extensión de unos 50 km² en el oeste de la isla de Lanzarote y se formó hace millones de años. Tendrás largas horas para caminarlo de punta a punta, admirando cada uno de sus paisajes y poder practicar senderismo tranquilamente.
Este lugar fue sufriendo numerosos cambios en todo este tiempo, y los estudios científicos arrojaron que en el año 1824 se produjo una nueva y última erupción, la cual terminó de modelar el Parque Nacional de Timanfaya. Una vez que te hayas cansado de caminar por ese suelo con varias similitudes a la luna, existen otras cosas que puedes hacer junto a tu familia, amigos y hasta en soledad.
El Parque Nacional de Timanfaya te invita a Lanzarote
Este lugar de Lanzarote sin dudas tiene varias actividades para que realices. Una de ellas es la quema de rastrojos dentro de un pozo poco profundo, en donde tendrás un contacto cuidados con la piedra caliente, ¡de locos! A una distancia prudencial podrás observar como la tierra actúa a varios metros, algo que en pocas latitudes del mundo se pueden observar. Ten en cuenta que la temperatura puede ser más alta en ese rincón.
Para despedirte de Lanzarote puedes pasar por por el Restaurante El Diablo, en donde te esperarán con sus platos especiales y deliciosos. El lugar está decorado como si fuera el mismísimo infierno y es apto para todo público. Sin dudas, si lo que deseas realmente es pasar un día diferente y rodeado de la naturaleza, este Parque Nacional te recibirá con los brazos abiertos, de donde no querrás irte.