En Japón existe un lugar bastante singular como la isla Hashima, la cual estuvo poblada durante años y de un momento a otro quedó vacía, ¿Atrapante no? Esta tiene una forma de barco acorazado, similar a esos buques de guerra de antaño. Puntualmente, este lugar está situado a unos 15 kilómetros de la ciudad de Nagasaki y llama la atención de los botes que pasan cerca o los aviones que sobrevuelan la zona.
Si bien hoy en día está totalmente desolado, la isla Hashima fue durante mucho tiempo un gran atractivo para varias empresas de carbón: Resulta que tres empresas distintas comenzaron a extraer ese material allí, pero los fuertes vientos y las condiciones climáticas extremas de la isla las obligaron a irse casi de manera despavorida, dejando prácticamente todas sus cosas en el lugar.
La isla Hashima y otras curiosidades que la componen
Todo comenzó en 1890, cuando la empresa Mitsubishi adquirió la mina a pesar de las duras condiciones de trabajo. El principal objetivo era hospedar a los mineros y sus familias, mientras que la isla fue ampliada en repetidas ocasiones con rompeolas de hormigón para protegerla de las inclemencias meteorológicas. Las olas pegaban duramente con el lugar y complicaba bastante las cosas.
Pero las condiciones de vida no eran ideales pese a esta protección. Es que el polvo de carbón se pegaba a la piel de los que allí vivían gracias a la humedad constante. El calor era abrumador por momentos y las enfermedades eran comunes entre la población, algo que retrasaba el trabajo durante semanas y para colmo; era complicado conseguir una medicación adecuada porque estaban lejos de la civilización.
El vaciamiento de la isla Hashima que nadie puede creer
Todo marchaba bien pese a las malas condiciones, ya que se ganaba muy bien y la isla Hashima fue creciendo en población. Tanto es así que en 1959, poco a poco, la población era una de las mayores registradas en el mundo, algo que hoy es impensado. Pero esto duró un abrir y cerrar de ojos, ya que a mediados de la década del sesenta el petróleo fue reemplazando al carbón en las principales industrias, y la gente comenzó a irse.
Finalmente, la isla Hashima casi que se despobló a fines de la década del setenta, cuando Mitsubishi cerró sus plantas de carbón y toda la población tuvo que abandonar de la noche a la mañana el lugar. Es que nada los ataba allí, en donde las casas le pertenecían a la mencionada empresa. Sorpresivamente, en 2015 este lugar fue promulgado como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, y suelen darse recorridos para los curiosos turistas.