La Rinconada no es precisamente el lugar indicado para dar un paseo, independientemente si se trata del día o la noche. Esta ciudad se encuentra en Perú y tiene la particularidad de ser la más alta de todo el mundo, teniendo una altura superior a los 5000 metros. No solo este lugar es peligroso por los precipicios que hay, sino que el clima es muy duro de soportar y la inseguridad es cosa de todos los días.
Puntualmente, La Rinconada se encuentra en la provincia de San Antonio de Putina, sobre la Cordillera de los Andes. La nieve durante el invierno sudamericano está más que presente, haciendo que las condiciones de vida sean complicadas. Esto abarca tanto a las actividades dentro de los hogares como en los empleos, los cuales se complican escandalosamente, ¿Qué sucede?
La Rinconada: Tierra de nadie y nula participación del gobierno
La vida es muy difícil para los 17.000 habitantes de La Rinconada, quienes soportan heladas temperaturas durante gran parte del año. La misma ronda los 3 grados y entre otras cosas, la ciudad no cuenta con sistema de recolección de basura, las casas no tienen cristales en sus ventanas y las instalaciones de gas son a cuenta gotas, en donde se deben calentar con fuego a leña.
El gobierno de Perú participa realmente muy poco en este lugar, ya que no envía tropas ni para la seguridad, ni para el resguardo de las personas ni elementos básicos para la supervivencia. Estas y muchas otras condiciones más que peligrosas hacen que la tasa de mortalidad sea muy elevada en La Rinconada, en donde se vive pura y exclusivamente de la extracción del oro, algo que de todas formas no está bien pago.
El oro abunda en La Rinconada, pero no es precisamente un lujo
Las condiciones de trabajo en la mina son muy duras, en donde el trabajo se regula por lo que allí denominan el cachorreo. Esto quiere decir que se cobra de la empresa minera cada treinta días en función del oro que cada minero saque con su esfuerzo, por lo que si alguien tiene una mala jornada en donde su extracción es nula, ese día no le será remunerado pese a su labor.
Para el turista también es algo desolador todo esto, ya que La Rinconada es una ciudad sin ley en donde no hay policía y la basura está por todas partes. Muchos de los hoteles tienen cuartos de una sola cama, con pocas mantas para soportar el frío, sin calefacción ni ventanas y con baños compartidos solo con agua helada. Los prostíbulos y bares son cada vez más frecuentes, mientras que la tasa de delitos como asesinatos y desapariciones es desesperante. ¿Te animas a conocer este sitio?