Edward Furlong entra lastimosamente en ese grupo de grandes promesas en el mundo de la actuación que se quedaron allí: Solo en promesas. El auge de Terminator 2 junto a Arnold Schwarzenegger impulsó su carrera como a pocos en su rubro, pero a los 14 años esto quizás no es lo más apropiado, en donde mucho dinero, fama repentina y amigos que aparecen de pronto pueden dilapidar todos los sueños.
Oriundo de California como el afamado actor que encarnó al robot modelo T-800, Edward Furlong hizo el casting sin tener anteriormente papeles relevantes en la pantalla grande, pero James Cameron vio algo distinto en él. Fue así entonces que se transformó en el hijo ficticio de Linda Hamilton y, bajo el nombre de John Connor, Terminator 2 llenó las salas de todo el país. Incluso, está considerada como una de las películas de ciencia ficción más grandes de todos los tiempos.
Cementerio de Animales se topa en el camino de Edward Furlong
La segunda entrega de la famosa película de terror tuvo a Edward Furlong como protagonista, en donde encarnar papeles en continuaciones de grandes éxitos parecía perseguirlo. Si bien nunca repitió el auge que tuvo como John Connor, en la década del noventa formó parte también de Antes y Después, Cuestión de Sangre y American History X, encarnando a un neonazi que demostraba su facilidad para la interpretación. No obstante, lo peor estaba por llegar a su vida.
Resulta que a fines de los ’90, Edward Furlong reveló que mantenía una relación con Jacqueline Domac, su representante que le llevaba 13 años de diferencia. Esto fue un total escándalo dado que el actor aún era menor de edad, y todo comenzó en pleno rodaje de Terminator 2. Este amorío duró hasta fines de 1999, cuando la pareja rompió por un presunto abuso por parte de ella. La exposición mediática y la tormentosa relación hicieron que caiga en el alcoholismo, algo que le costó décadas superar.
Los últimos años de Edward Furlong, entre adicciones, una tardía recuperación y nuevos desafíos
Su asistencia a Alcohólicos Anónimos no sirvió de muchos a comienzos del nuevo milenio, tocando fondo en el 2001 cuando sufrió una sobredosis en un cóctel con drogas. Pero eso no fue lo peor: Presentó pensamientos suicidas, quedando bajo estricta observación médica y lógicamente, alejado de cualquier película. En ese tiempo tuvo esporádicas relaciones con Natasha Lyonne y Paris Hilton, quienes no eran justamente buenas influencias para Edward Furlong. Tras años de tratamiento, todo se acomodó.
El Cuervo 4 fue quizás el último gran papel que protagonizó Edward Furlong, quien luego desapareció de los grandes focos durante años. El cine independiente llegó a su vida y con eso se mantiene ocupado hasta el día de hoy. Vale recordar que en 2019 volvió a la pantalla brevemente, cuando hizo Terminator: Destino Oscuro, siendo John Connor otra vez gracias a la bondad de James Cameron. Ahora lleva casi seis años sobrio y se refugia en su familia, su salvación.