En una era digital donde los dispositivos móviles son indispensables, la gran mayoría de usuarios descuidan un aspecto crucial: el impacto en el consumo eléctrico y la factura energética. Desde dejar el cargador enchufado todo el día hasta mantener el teléfono conectado durante la noche, estos pequeños hábitos pueden tener un efecto acumulativo significativo a lo largo del año. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), estas prácticas pueden aumentar hasta un 10% el gasto anual en electricidad. En este artículo te contaremos cuánto dinero cuesta este tipo de hábitos.
3Más allá de la carga: El cargador olvidado y su impacto silencioso
Mientras que la práctica de cargar el teléfono durante la noche ha sido objeto de debate, existe otro hábito común que a menudo pasa desapercibido: dejar el cargador enchufado a la red eléctrica durante todo el día, incluso cuando no se está utilizando para cargar el dispositivo.
Este aparentemente inofensivo descuido puede tener un impacto significativo en el consumo de energía y, en consecuencia, en la factura eléctrica. Según la OCU, un cargador enchufado a la red, sin estar conectado a ningún móvil, consume una media de 0,00002 kWh. Si se tiene en cuenta que, de media, pasa 16 horas conectado (restando las 8 horas en las que se carga el teléfono durante la noche), el gasto anual puede ascender a aproximadamente 0,12 euros.
Si bien esta cantidad puede parecer insignificante, es importante tener en cuenta que se trata de un solo cargador. Si se multiplica por el número de dispositivos electrónicos en un hogar promedio, el impacto económico y ambiental puede ser considerable. Además, dejar el cargador enchufado cuando no se utiliza puede representar un riesgo de seguridad, ya que aumenta la posibilidad de sobrecalentamiento y cortocircuitos. Por lo tanto, es crucial desarrollar hábitos responsables y desconectar los cargadores cuando no se estén utilizando.