El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha reconocido este domingo que la transferencia o rescate de la AP-9 no es «sencilla», pero ha comprometido que el Gobierno mantendrá las bonificaciones. El representante del Gobierno central ha recordado que en los últimos tiempos se ha destinado «mucho dinero» a estas bonificaciones de las que se benefician «los ciudadanos que usan este corredor».
En este sentido, ha señalado que el rescate supondría en torno a unos 4.000 millones de euros que «tendrían que salir del erario público de todos los españoles», aun siendo «consciente» de que supone «un elemento discriminatorio, porque esa infraestructura es utilizada por gente que no tiene otra alternativa».
Cuestionado sobre si, de este modo, descarta tanto la transferencia como el rescate, Óscar Puente ha insistido en que ambas cosas «no son sencillas».
Según ha detallado, el rescate supondría «una cantidad de dinero enorme», mientras que la transferencia «ofrece problemas desde el punto de vista de que su propia configuración la hace claramente candidata a ser de titularidad estatal». «Es una conexión transfronteriza con Portugal, de alta capacidad. No tenemos vías de esas características cedidas a comunidades autónomas», ha apuntado.
CONSERVACIÓN A-6
Todavía en materia de infraestructuras, el ministro ha asegurado que la renovación del pavimento de la autovía A-6 a su paso por Galicia estará lista este mismo año. Puente ha reivindicado que ya está licitado y adjudicado y ha subrayado que las obras comenzarán cuando haya una meteorología «lo más estable posible».
«Estamos esperando a que el buen tiempo se abra paso. Esos baches tan molestos pasarán a la historia este mismo año», ha comprometido.
En relación con la autovía Santiago-Lugo, Óscar Puente ha querido ser «prudente» a la hora de decir una fecha para su conclusión. Con todo, sí que ha defendido que el Gobierno «aprieta al máximo la ejecución de las obras» para que finalicen «cuanto antes».
AVE A GALICIA
Asimismo, el ministro, que esta misma semana realizó una ruta de simulación del viaje en AVE desde Madrid hasta A Coruña, ha apuntado que en materia de infraestructuras hay que ser «más pacientes y comprensivos» y ha reconocido que muchas veces se comprometen plazos «que no son realistas y que generan una expectativa que al final, cuando la infraestructura llega, los ciudadanos la reciben con escepticismo».
En cualquier caso, ha destacado que los tiempos entre Galicia y Madrid en tren se han reducido «a la mitad» y eso es algo que, considera, «los gallegos deben valorar», aunque ha lamentado que hasta principios de octubre no se va a poder desplegar «todo el potencial» de los nuevos trenes debido a las obras en Chamartín.
Sobre los precios de los billetes de tren que unen Galicia con Madrid, Puente ha esgrimido que se fijan «dentro de un mercado liberalizado» que «se irá ajustando», añadiendo que «lo de caro o barato es relativo» y que los billetes «están triunfando».
RELACIÓN CON RUEDA: «NUNCA HUBO HACHA DE GUERRA»
Por otra parte, preguntado sobre su relación con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, el ministro ha defendido que «nunca hubo hacha de guerra» entre ambos mandatarios, aunque sí ha reconocido «un conflicto previo a las elecciones» con el caso del vertido de pélets en las costas gallegas.
Pese a esto, ha afirmado que mantiene una relación «muy cordial» con el titular del Ejecutivo gallego, al que ha trasladado que él quiere «entenderse», pero sin rehuir de «la confrontación». «Lo mejor es entenderse, colaborar y trabajar y de ahí salen buenos resultados para todos. He encontrado una actitud muy colaboradora y positiva y voy a mantener la misma», ha zanjado.