Los Sugus, esos pequeños caramelos cuadrados envueltos en papel de colores brillantes, han sido un icono en la cultura española durante décadas. Para muchos, estos caramelos representan más que un simple dulce; evocan recuerdos de la infancia, momentos de felicidad y nostalgia por tiempos más simples. Con una historia que se remonta a principios del siglo XX, los Sugus han logrado mantenerse relevantes a través de generaciones, adaptándose a los cambios de la industria y las preferencias del consumidor.
1El origen de los Sugus
Los Sugus fueron creados por la empresa suiza Suchard en 1931. Suchard, fundada en 1826 por Philippe Suchard, es conocida principalmente por sus chocolates, pero con los Sugus, la compañía se aventuró en el mundo de los caramelos masticables. Estos caramelos se diseñaron inicialmente para ser un dulce que pudiera disfrutarse fácilmente, con sabores intensos y envoltorios coloridos que atrajeran tanto a niños como a adultos.
La llegada de los Sugus a España se produjo en la década de 1950, y rápidamente se convirtieron en un producto popular. Durante los años de posguerra y la dictadura franquista, los dulces y golosinas eran un lujo al que no todos podían acceder regularmente. Sin embargo, los Sugus se destacaron por su precio accesible y su disponibilidad en una variedad de sabores que los hicieron muy atractivos.
En las décadas de 1970 y 1980, los Sugus ya eran un elemento básico en los kioscos de toda España. Eran una opción común en las bolsas de cumpleaños, premios en juegos infantiles y, por supuesto, un pequeño capricho comprado con el dinero de la paga semanal. La publicidad jugó un papel crucial en la popularidad de los Sugus, con campañas de marketing que se dirigían directamente a los niños y resaltaban la diversión y el sabor de estos caramelos.