Desde su aparición en nuestro país y en el mundo, el semáforo en ámbar no ha dejado de ocasionar dudas, incertidumbre y accidentes ¿Qué se debe hacer frente a ellos? ¿Acelerar o detenerse? En este contexto, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha decidido arrojar luz sobre el eterno dilema de su uso y significado con la idea de no solo garantizar la seguridad vial, sino también aportar claridad en cuanto a las implicaciones legales y económicas que la decisión incorrecta pueda conllevar, considerando la legislación actual. En este artículo te contaremos cómo funciona y cuál es su utilidad. ¡No te lo pierdas!
3Percepción de seguridad y confusión normativa: Factores determinantes
La tendencia a pasar cuando el semáforo muestra ámbar puede atribuirse a factores psicológicos y conductuales como la presión de tiempo. En situaciones de prisa, algunos conductores optan por acelerar para evitar retrasos en su trayecto, según informaron autoridades de la DGT. Además, la costumbre juega un papel importante, ya que aquellos que han pasado en ámbar en el pasado sin consecuencias negativas pueden repetir este comportamiento.
Asimismo, la falta de conocimiento sobre las implicaciones del ámbar también contribuye a esta conducta. A pesar de las normas de tráfico que indican detenerse, algunos conductores pueden no entender los riesgos involucrados. Otros pueden sentir una falsa sensación de seguridad al pasar en ámbar, creyendo que pueden cruzar la intersección antes de que el semáforo cambie a rojo.
La confusión también desempeña un papel significativo, ya que la falta de claridad sobre las normas y posibles sanciones puede llevar a una interpretación incorrecta de cómo actuar correctamente en presencia de un semáforo en ámbar. Esta combinación de factores psicológicos, conductuales y de conocimiento puede influir en la decisión de algunos conductores de pasar el semáforo en ámbar, aumentando así el riesgo de accidentes y violaciones de tráfico.