Conforme va pasando el tiempo, nuestras rodillas sienten el trajín de nuestras actividades y podemos sentir dolor, algo que incluso puede ser frecuente en caso de no ser tratado. Cargar mucho peso, no alimentarse de manera correcta, el poco entrenamiento y otras cuestiones hacen de esto algo importante en nuestro día a día, pero como todo en la vida, tiene solución.
Si al caminar, flexionar o mover la rodilla te duele o hace ruido, la misma te está alertando de un posible problema. Pero con una buena rutina de ejercicios vas a estar mucho mejor. En primer lugar, puedes recostarte en la cama sobre la espalda con la pierna extendida. Luego, empuja la parte posterior de la rodilla contra la cama, contrayendo el cuádriceps y manteniendo la contracción durante 5 segundos.
Otros ejercicios para tener una rodilla en buenas condiciones
No debes esperar a que la rodilla te cause dolor para empezar a entrenar, en donde prevenir siempre, pero siempre será mejor que curar. En ese sentido, otro movimiento muy útil es acostarte sobre la espalda en la cama con una pierna estirada y la otra flexionada. La misma debe ser extendida unos centímetros y mantener luego la posición de 3 a 5 segundos, repitiendo el movimiento con la otra pierna.
Ahora nos topamos con un ejercicio más que conocido: La sentadilla. Para eso debes pararte junto al respaldo de una silla para sostenerte, y con los pies separados a la distancia de los hombros, flexiona las rodillas y haz como si fueras a sentarte, agachándote hasta una altura cómoda y manteniendo siempre el peso del cuerpo sobre los talones. No utilices los brazos para ayudarte, ya que no estará bien el movimiento.
¡Adiós dolor de rodillas! Otros 2 ejercicios que te harán dejarlo atrás
El ejercicio de plancha también es útil para prevenir y combatir el dolor de rodilla. Para eso debes ponerte en posición como si fueras a hacer una flexión de brazos, apoyándote sobre los antebrazos en vez de sobre las manos, o hacer la plancha desde las rodillas en vez de tener todo el cuerpo extendido y soportar las piernas con los dedos de los pies. Mínimo, Mantente así durante al menos 20 segundos, repitiendo la rutina de 3 a 4 veces.
Para finalizar nos retiraremos con el clásico ejercicio de flexión de piernas. Para ellos debes apoyarte con tus mansos sobre una estructura sólida, pudiendo ser esta el respaldo de una silla. Luego flexiona la rodilla y levanta el talón hacia el glúteo, evitando doblarla a la altura de la cadera. Mientras tanto, mantén la posición durante unos 4 segundos, algo que podrás repetir unas 4 veces más. El dolor quedará de lado, ¡Debes probar!