Muchas veces solemos utilizar zapatos elegantes más por compromiso que por comodidad. Esto tiene sentido cuando se trata de algún empleo, ya que estar presente en la oficina requiere una vestimenta acorde a las circunstancias. Sin embargo, a veces hay un daño colateral que padecemos más de la cuenta: Un insufrible dolor de pies, el cual puede tener varios factores.
En primer lugar es la comodidad en sí misma, en donde ya sea por apuro o restarle importancia a esto compramos un calzado que nos queda apretado, algo que puede amontonar los dedos de los pies, marcar mal el talón, etc. Otra cosa que puede ocurrir es el camino desde casa hasta el punto final en particular, en donde las calles no siempre están en las mejores condiciones. Por estas razones, te daremos un truco infalible para calmar dicho dolor y en la comodidad de tu casa.
Un truco infalible para calmar el dolor y seguir usando zapatos
En primer paso será sumergir tus pies en una cubeta con agua tibia, para luego agregar un par de cucharadas de sal gruesa y sumergirlos durante unos 20 minutos. Este simple tratamiento te ayudará a mejorar la circulación sanguínea en los pies y aliviar posibles síntomas de fatiga, algo que a estas alturas es un verdadero clásico. ¿Eso es todo? Nade de eso: Hay una segunda parte.
Si tuviste que caminar durante varias horas, es muy probable que tus pies hayan terminado resecos. Lo ideal en estos casos es aplicar alguna crema hidratante, que te aportará una sensación de bienestar y mejorará tu flujo sanguíneo. Esto es ideal para hacer luego de haber realizado paso a paso lo que comentamos anteriormente, ya con los pies secos y bien limpios.
Elige unos zapatos apropiados para que tus pies estén mejor
En la era de la modernidad es muy común comprar cosas en línea, pero los zapatos deberían tratarse de forma presencial. Es que no todas las marcas fabrican piezas iguales, incluso entre las mismas tallas. Caso aparte para las personas que usan plantillas especiales para mejorar la postura o el andar, en donde los números a veces son una o dos veces mayor a los que realmente deberías usar.
¿Ya probaste nuestros consejos pero aún no te sirven? Hay otros trucos bastante útiles que todavía puedes probar. Los masajes de pies calman mucho el dolor en la zona, sobre todo luego de largas caminatas con zapatos apretados. Puedes sentarte en una silla y pisar suavemente una pelota pequeña, repitiendo el procedimiento durante largos minutos. Un analgésico de venta libre también es bastante popular al día de hoy, pero si nada te resulta ya lo mejor sería que visites a tu médico de cabecera.