El Mad Cool es, sin duda, uno de los eventos más esperado de la ciudad de Madrid. El festival de música internacional, que este año cuenta en su cartel con figuras como Dua Lipa, Smashing Pumpkins, The Killers o Pearl Jam es clave en el verano capitalino, tanto por su efecto en el turismo como por el espacio que representa en la escena cultural de la ciudad. Pero no todo el mundo aprecia al festival, con los vecinos del recinto de Villaverde donde se celebra el evento mostrando su rechazo por los problemas de ruido.
Es un reclamo que inicio el año pasado tras la mudanza del festival desde se cede en Valdebebas, expulsado por una expansión del recinto de IFEMA. El nuevo espacio, el recinto Iberdrola Music, pero conocido coloquialmente como «Espacio Mad Cool» está cerca de Getafe y Villaverde y los vecinos de la zona se han quejado desde el anuncio del ruido, así como de la concentración de personas en la zona, que muchas veces están bajo los efectos del alcohol, con todo lo que eso conlleva.
Estas quejas se han organizado a través del grupo «Stop Mad Cool» que en su más reciente mensaje a la alcaldía de Madrid ha pedido que el recinto se use para construir viviendas de protección oficial. En esa situación se encuentra el festival, y aunque hasta ahora la petición no ha conseguido respuesta del ayuntamiento de Madrid, que recordemos entrega una subvención todos los años al festival, es evidente que es complicado seguir funcionando con los vecinos en contra de este tipo de eventos.
También es cierto que no hay muchos más espacios viables no solo para el Mad Cool sino para los festivales de este tamaño en la ciudad, y además que en los últimos años se han presentado organizaciones parecidas como «Stop Festivales IFEMA» o recientemente las quejas de los vecinos del Bernabéu tras su primer concierto, el festival ‘Locos por la Música’. Si bien vivir en una ciudad como Madrid suele venir de la mano de convivir con estos grandes eventos, y de tener que asumir algo de ruido, parece que hay cada vez más grupos de vecinos que no comparten esta visión.
Para el Mad Cool los reclamos por ruido, o las peticiones de usar sus espacios para otras actividades no son una novedad y los han acompañado casi desde su fundación. Pero al mismo tiempo siempre ha terminado creando una simbiosis natural con su espacio, y no parece una sorpresa que la Caja Mágica, su hogar original, haya buscado otros festivales y que estos suelan ser acompañados por pequeñas ferias hechas por los vecinos y comercios locales, o incluso que el propio Mad Cool tenga ya dos años siendo parte de la celebración de San Isidro con su tarima en Matadero.
EL MAD COOL YA TIENE QUE PAGAR LAS SANCIONES POR EL RUIDO
Pero si en algo tienen razón, los vecinos es con los problemas del ruido. Ya el festival tuvo que pagar varias sanciones, que acumularon unos 200.000 euros, por el ruido en la edición de 2023, y no sería una sorpresa que se repitiera la situación este año. Al mismo tiempo, no parece demasiado problema pagar a la comunidad estos montos cuando los subsidios que reciben pueden superar anualmente los dos millones de euros, en 2024 de momento cuentan con un millón de euros del Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Son varios los cambios que han prometido tras una controvertida edición del año anterior, que era la primera en el nuevo recinto. Pero es evidente que otros eventos de la zona de momento sacan el cuerpo del terreno del ‘Iberdrola Music’ pues a diferencia del verano pasado no ha habido nuevos intentos de realizar otros eventos en el recinto.
TRANSFORMACIONES EN UN RECINTO CONTROVERTIDO QUE ESPERA MANTENERSE EN VILLAVERDE
Pero a pesar de las críticas de estos grupos de vecinos, el festival sigue adelante, y espera quedarse en la zona los próximos años. Aunque otros proyectos de la organización, como el Festival ‘Mad Cool Sunset’, han tenido que retrasarse hasta poderse afianzar en el espacio de momento, se sigue adelante con la idea de preservar el evento principal. Es que para Madrid es importante tener un gran festival como lo tienen las otras ciudades clave de Europa, y como lo tiene hace décadas Barcelona con el Primavera Sound.
Por tanto, y con Madrid, mostrando su interés en extender su perfil cultural y deportivo con nuevos eventos como la Formula 1 o los nuevos festivales anunciados en la ciudad, como el Kalorama de IFEMA o el Alma Festival, con un modelo de ciclo de conciertos compite con el festival Noches del Botánico. En ese panorama no parece probable que el Mad Cool se mueva de sitio, a menos que Madrid consiga otro lugar para el evento.