No es sencillo elegir una ciudad o destino turístico para pasar las vacaciones de verano. Es que dentro de las familias existen diversos gustos, formas de ver las cosas y demás, en donde más que nunca aplica la célebre frase «cada familia es un mundo«. Pero para que no discutan por largas horas y pierdan el tiempo, hoy les traemos un sitio verdaderamente encantador para despejarse de la rutina diaria.
Podríamos mencionar a Gijón por ejemplo, la cual tiene muy pocos turistas al año y sería ideal para aislarse por unos días. Oviedo también entra en ese rubro, pero tampoco se trata de ella: En este caso nos referimos a Avilés, en donde el ruido excesivo, tránsito pesado y una muchedumbre nunca serán un problema, ya que poca gente la elige con fines turísticos y vacacionales, ¡Debes aprovechar!
Descubre Avilés, una ciudad mágica que te dejará sin aliento
Seguramente te preguntarás por qué esta ciudad tiene tan pocos turistas, aunque esa es la clave esencial de Avilés: Sin grandes anuncios publicitarios o llamativas maravillas naturales, este rincón de España tiene su encanto por la comodidad y confort que ofrece. Pese a que no viven tantas personas allí, tiene muchos puntos ideales para recorrer a pie o en coche.
Ni bien dejas las maletas en el hotel o lugar que alquiles, lo primero que deberías hacer es recorrer el casco histórico de la ciudad. Sin dudas vas a notar que todo está hecho de piedra, algo que se conservar desde hace largos siglos. Es que si bien nadie se opone al paso del tiempo y avance tecnológico, Avilés decide conservar ese encanto de antaño que la hace única, conservando además una limpieza en sus calles digna de admirar.
La ciudad que pocos eligen podría resultar beneficioso
Los 365 días del año, el flujo de personas que recorren las calles de esta ciudad es similar. Tanto en los almacenes, locales gastronómicos y demás te van a recibir de manera muy cálida, contándote las historias más sorprendentes del sitio. Cuando recorras el Avilés histórico a pie el lugar vas a encontrar el palacio de Valdecarzana, la iglesia románica de los Padres Franciscanos que te dejará con la boca abierta por su belleza edilicia.
Dentro de Avilés hay un barrio llamado Sabugo, en donde al poner un pie allí sentirás que retrocedes en el tiempo hasta la Edad Media. Esta tardó mucho tiempo en integrarse en la ciudad, pero paradójicamente hoy es la zona del Casco Histórico que más disfrutan los turistas que se acercan a esta ciudad. La Mesa de Mareantes es un rincón predilecto de allí, en donde históricamente se reunía el gremio de pescadores para tomar las decisiones estratégicas sobre sus incursiones cantábricas. ¿Te lo vas a perder?