Todo salpica a Apple, y es que, en el año 2019, la noticia sobre los logros de Karem Albayrak asombró al mundo al alcanzar un «logro» (entre comillas) en el campo de la tecnología: vulnerar la seguridad de los dispositivos de Apple. Durante años, la empresa estadounidense ha sido reconocida por la robustez de sus sistemas de seguridad, lo que ha llevado a muchos a elegir sus dispositivos móviles, tabletas y computadoras. Sin embargo, aprovechando su pericia en informática, Albayrak desafió a la empresa, a pesar de tener tan solo 22 años.
2La paradoja de la fama: Cuando hacer cosas malas conduce a la notoriedad
En la era de las redes sociales y la cultura de la viralidad, es común ver cómo ciertas personas alcanzan la fama por hacer cosas malas. Ya sea cometer delitos, comportarse de manera controvertida o simplemente violar normas sociales, estas acciones pueden catapultar a individuos a la notoriedad en cuestión de segundos. Este fenómeno plantea preguntas sobre los valores de nuestra sociedad y el impacto de la fama en el comportamiento humano.
Uno de los ejemplos más prominentes de este fenómeno es el surgimiento de «influencers» cuya notoriedad proviene de comportamientos moralmente cuestionables. Estas personas a menudo ganan seguidores al compartir contenido controversial o escandaloso en plataformas como Instagram, YouTube y TikTok. Desde bromas pesadas hasta comentarios ofensivos, suelen generar controversia para atraer la atención y aumentar su base de seguidores.
Además, las redes sociales han permitido que individuos anónimos se vuelvan famosos de la noche a la mañana gracias a videos virales que muestran comportamientos inapropiados o ilegales. Desde desafíos peligrosos hasta actos de vandalismo, estos videos a menudo reciben millones de visitas y generan una enorme cantidad de comentarios y compartidos, lo que lleva a una rápida difusión y notoriedad para sus protagonistas.
Sin embargo, este tipo de fama no siempre es positiva. A menudo, las personas que se hacen famosas por hacer cosas malas enfrentan consecuencias negativas, como el escrutinio público, la pérdida de empleo o incluso acciones legales. Además, la atención negativa puede tener un impacto duradero en su reputación y bienestar emocional.
