Una PlayStation original en 90 euros, un Nintendo 64 en 150 o un Game Boy en 50 euros. Estos son solo algunos ejemplos, pero no son pocos las opciones para adquirir una consola clásica a través de Wallapop que poco a poco se ha convertido en uno de los últimos hogares de los «retro gamers». Es que la compra de consolas usadas es para muchos la única forma de acceder a los juegos viejos, con varios juegos clásicos, o claves en la historia del medio. Con esa realidad, espacios como la aplicación de compraventa de productos de segunda mano en ocasiones son la única opción para nostálgicos y curiosos.
No es raro, por tanto, que estas ofertas se sigan multiplicando. Es una buena noticia para los posibles compradores, y para quienes por necesidad o por una limpieza del ático, deciden poner sus viejos aparatos en venta. El problema es que no hay muchas más opciones para acercarse a este pasado interactivo, y que no todos los objetos en venta están siempre en buen estado.
Esto ignorando el hecho que para usar una de estas consolas retro se necesita comprar adaptadores para poder usarlos en un televisor moderno. Esto hace que, por un ejemplo, un comprador que adquiera un PlayStation clásico, deba gastar otros 15 euros aproximadamente en el adaptador y además seguir revisando en Wallapop para adquirir piezas claves, como la tarjeta de memoria, los controles o incluso los juegos. Es una ventaja para la plataforma, pero también demuestra lo complicado que es para los interesados conocer el pasado de los videojuegos.
Es que apartando algunas excepciones en cuanto a las ofertas de consolas usadas de Game, en la que a veces aparece algún juego o consola antigua, es realmente dificil acceder a algunos de estos juegos. Sumado a que tiendas digitales como la del Nintendo DS, la del Wii U y la del Xbox 360 han desaparecido en los últimos años, dejando varios juegos exclusivos a ellas fuera de circulación, un problema complicado de resolver para quienes buscan preservar el software que es también una pieza de la evolución cultural del medio.
UN PEQUEÑO ESFUERZO DE LA INDUSTRIA QUE HA QUEDADO EN PAUSA
En el camino es cierto que tanto Sony como Nintendo coquetearon un poco con la idea de lanzar «consolas retro» que puedan funcionar en televisores de alta definición. La empresa dueña de Super Mario hizo dos lanzamientos, el Nintendo Mini y el Super Nintendo Mini, que eran versiones de las plataformas que tenián una colección de juegos clásicos instalados en el disco duro, por su lado Sony lanzo su PlayStation Classic, y aunque en su lanzamiento tuvo algunos problemas siguió siendo una opción interesante para los curiosos en recuperar juegos como el primer ‘Metal Gear Solid’ o la versión original de ‘Final Fantasy VII’.
Pero incluso estas «retroconsolas» fueron lanzamientos limitados, y aunque queda alguna en stock que se puede ubicar por Amazon, siguen sin ser uno de los productos clave de estas empresas. Además, estas consolas clásicas solo incluyen los juegos que las empresas incluyen en el sistema, por lo que no sirven para enfrentar los problemas de preservación que forman parte permanente de la industria. Son motivos que pueden seguir empujando a curiosos y nostálgicos a espacios como Wallapop.
LAS TIENDAS VIRTUALES Y LOS REMAKES COMPITEN CON WALLAPOP
Es cierto que incluso en esta situación son cada vez más los remakes y remasterizaciones de juegos clásicos que aparecen en consolas modernas. El caso más reciente, incluso con sus problemas de lanzamiento, es la colección de ‘Metal Gear Solid’ lanzada en la tienda virtual del PlayStation 5. Pero incluso cuando mejor funcionan, es complicado comparar cuando se adaptan los controles a la actualidad, o se hacen modificaciones gráficas que transforman la forma en que el juego se ve.
Además, las consolas y juegos de la sexta generación, donde se incluye el PlayStation 2, el Nintendo Game Cube y el Xbox original, suelen ser ignoradas por estos relanzamientos. Sumado a lo complicado que es emular, tanto de forma legal como ilegal, los juegos de algunas consolas como el Nintendo 64 son pocas las salidas que puede conseguir con gamer más allá de comprar uno en buen estado en Wallapop.
En el fondo son buenas noticias para la plataforma. Aunque empiezan a aparecer un par de tiendas especializadas, estas consolas y sus juegos ya no son producidos por las empresas responsables, lo que diferencia este afán retro de otros como el coleccionar vinilos, lo que obliga a que sea un mercado únicamente de segunda mano.