La DGT caza conductores que cometen ‘icing’: qué es y cómo evitarlo

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En la carrera hacia un futuro más sostenible, la transición hacia la movilidad eléctrica se ha convertido en un pilar fundamental para la sociedad. Mientras que la Unión Europea y España avanzan hacia la descarbonización del transporte, surge un nuevo desafío: el «efecto icing«, una práctica cada vez más común que obstaculiza los esfuerzos por promover el uso de vehículos eléctricos. Esta práctica ha generado una fuerte repercusión puertas adentro de la Dirección General de Tráfico (DGT), la cual ha decido tomar medidas al respecto. En este artículo te contaremos cómo es esta práctica y hablaremos de las sanciones que podría aplicarte la DGT si la haces.

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El «efecto icing»: una amenaza a la movilidad eléctrica

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Además de estos obstáculos, surge un nuevo desafío: el «efecto icing«. Este término, acuñado en Estados Unidos y Canadá, describe la práctica de ocupar indebidamente los espacios de estacionamiento reservados para vehículos eléctricos e híbridos. Estos espacios, equipados con estaciones de carga, son esenciales para facilitar la adopción de vehículos eléctricos y promover su uso en las ciudades.

Desafortunadamente, desde la DGT denuncian que es cada vez es más común que los conductores de vehículos de combustión interna invadan estos espacios, obstaculizando el acceso de los vehículos eléctricos a las estaciones de carga. Esta situación no solo genera inconvenientes para los propietarios de vehículos eléctricos, sino que también representa un desafío para las autoridades encargadas de promover la movilidad sostenible.

El «efecto icing» puede tener consecuencias significativas, según informaron autoridades de la DGT. Por un lado, dificulta la recarga de los vehículos eléctricos, lo que puede generar ansiedad y frustración en los conductores. Además, puede desalentar la adopción de estos vehículos, ya que los potenciales compradores pueden percibir que no hay una infraestructura adecuada para su uso.