Los carritos de la compra se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para los supermercados de nuestro país. Lejos de ser devueltos a su lugar de origen tras su uso, estos prácticos artilugios terminan abandonados en las calles, generando un problema logístico y económico de considerables proporciones. Según estimaciones, los establecimientos gastan al menos 7.500 euros al mes en reponer los carritos ‘robados’, una cifra que refleja la magnitud de un hábito que parece haberse normalizado entre los consumidores.
5Otros puntos a considerar
Además, hay que tener en cuenta que este cálculo se basa únicamente en datos de zonas afectadas por esta modalidad y denunciadas, por lo que el coste total para los supermercados a nivel nacional podría ser mucho más elevado. Algunas estimaciones apuntan a que las grandes cadenas de supermercados podrían estar perdiendo millones de euros anualmente debido a este problema.
Pero el impacto económico no se limita únicamente al costo de reposición de los carritos. Los establecimientos también deben asumir gastos adicionales relacionados con el mantenimiento y la reparación de los carritos recuperados, muchos de los cuales pueden presentar daños debido al maltrato o las condiciones climáticas.
