Los carritos de la compra se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para los supermercados de nuestro país. Lejos de ser devueltos a su lugar de origen tras su uso, estos prácticos artilugios terminan abandonados en las calles, generando un problema logístico y económico de considerables proporciones. Según estimaciones, los establecimientos gastan al menos 7.500 euros al mes en reponer los carritos ‘robados’, una cifra que refleja la magnitud de un hábito que parece haberse normalizado entre los consumidores.
2Empresas al rescate: la ardua tarea de recolectar los carritos abandonados
Ante esta situación, varias empresas nacionales, se han encargado de la limpieza de las zonas cercanas a los supermercados y han asumido la tarea de recolectar los carritos abandonados en las calles de los municipios afectados. Según propias estimaciones de estas empresas, se recogen alrededor de 50 carritos al mes por cada supermercado cercano; una cifra que no incluye aquellos que quedan en manos de los supermercados o simplemente desaparecen.
Sin embargo, la labor de estas empresas no es sencilla. Los carritos abandonados no solo representan un obstáculo visual, sino que también pueden convertirse en un riesgo para la seguridad de los peatones y los vehículos. Además, su recolección implica un esfuerzo adicional para el personal de limpieza, que debe dedicar tiempo y recursos a esta tarea.
