Convocada por la organización Pedalibre y secundada por los grupos de ciclistas en la capital, centenares de ciclistas rodaron desde Callao hasta la calle Ciudad de Barcelona para pedir una mejora de los espacios para estos vehículos de movilidad en Madrid.
Esta es una de las reivindicaciones exigidas por Pedalibre desde hace años, pero con el atropello de Mario Clemente, un rider venezolano trabajador de Glovo, se han recrudecido las peticiones y críticas. El problema no se centra únicamente en el sector del reparto a domicilio, sino que a medida que las ciudades intentan normalizar el uso de la bicicleta, la seguridad de las mismas se hace más prioritaria y en Madrid los accidentes son parte de la realidad de los usuarios de bici.
Un atropello cada tres días en Madrid
Según datos del portal de accidentes del ayuntamiento de Madrid ya son 181 accidentes de ciclistas en lo que va de 2024. Estos van desde los menores, como una caída que puede incluso ser inevitable, hasta atropellos o colisiones con vehículos de mayor tamaño. En 2023 el dato es aún peor, con 203 accidentes en el primer tercio del año y se acumularon 810 en todo el año, desde 2019 son 5 los fallecidos por accidentes en bicicletas. En ese contexto, el problema es que el caso de Clemente no es aislado, sobre todo que para los nuevos Riders de plataformas como Glovo la bicicleta sigue siendo una opción más accesible que una moto o un coche.
De hecho, aunque la protesta organizada por Pedalibre es uno de los ejemplos más visibles, está lejos de ser el único. Una vez al mes el grupo ‘Bicicritica’ sale desde Cibeles para pedir una mejoría en las condiciones de los ciclistas en Madrid, aunque es cierto que aprovechan también las circunstancias para solicitar otras reivindicaciones en la ciudad, la realidad complicada de los ciclistas siempre está en el centro de las protestas, la próxima convocatoria es para el 30 de mayo. En este caso, además, se suma la siempre complicada situación de los riders, qué empresas como Glovo y Uber Eats no parecen interesados en resolver.
El caso de Clemente es especialmente emblemático. Desde su muerte, Glovo no ha comentado sobre el caso, y han sido los otros riders y los venezolanos en situación similar los que han hecho el esfuerzo de ayudar a su familia a trasladar el cuerpo de vuelta a casa. Es que el caso del venezolano ha servido de nuevo para organizar a los ciclistas y para poner el problema de este tipo de transporte en relieve en las ciudades.
UN CASO QUE PONE LA LUPA SOBRE LA RELACIÓN DE LOS CICLISTAS CON MADRID
La petición de los ciclistas es tan simple como mejorar las condiciones de las ciclovías en las ciudades donde hay protestas. Es bueno señalar que Madrid no es la única ciudad en España donde hay protestas, aunque como es lógico, la capital es donde se concentran buena parte de las críticas. De momento, ciudades como Granada, Logroño o León también tienen su Bicicritica, pero la de Madrid sigue siendo clave debido a la concentración de ciclistas, sobre todo que la usan en el centro, sea como medio de trabajo o como medio de transporte.
En esa realidad, las peticiones pasan desde el aumento de las vías para bicicletas hasta pedir mejor señalización para estos espacios. Son puntos clave para los ciclistas, que piden siempre respuesta de las autoridades, y que esperan una mejor situación en la ciudad para este tipo de transporte. Es una realidad compleja, aunque esta transformación ya ha ocurrido en otras grandes metrópolis como París o Londres, ambos ejemplos usados directamente por Pedalibre para señalar los cambios que esperan y desean en Madrid.
GLOVO NO SE HACE RESPONSABLE DE LOS ACCIDENTES
Otro punto a tener en cuenta es que al no ser parte de su plantilla, sino autónomos, Glovo no se hace responsable de accidentes como el de Mario Clemente. De hecho, es normal que en este tipo de situaciones ni siquiera hagan una declaración pública, no lo han hecho en el caso de Clemente y tampoco lo han hecho en casos similares de los últimos años. En esa realidad es complejo pensar que la propia empresa tome medidas para evitar estos problemas, más allá de pedir el uso de cascos, por supuesto, lo que hace que los ciclistas apunten por facilitar la situación en la ciudad.
Por su lado, la capital sigue asegurando que las bicicletas son parte de sus proyectos de movilidad de cara al futuro. En esa situación es importante aumentar la cantidad de espacios en los que los ciclistas estén seguros, y sobre todo mejorar las señalizaciones para evitar este tipo de tragedias. De hecho, Pedalibre recuerda que en el caso del accidente en la calle ciudad de Barcelona que en su reciente remodelación se solicitó se dotará la zona de un carril de bicicletas, pero finalmente no se hizo.