Los huevos son un alimento básico en la dieta de muchas personas; son una fuente rica en proteínas, vitaminas y minerales, y se pueden utilizar de diversas maneras en la cocina en un sin fin de ricas recetas; sin embargo, son perecederos y se deben manipular y almacenar adecuadamente para evitar que se echen a perder.
Los huevos pueden contener bacterias dañinas, como la Salmonella, que pueden causar enfermedades transmitidas por alimentos. La refrigeración adecuada de los huevos ayuda a prevenir el crecimiento de bacterias y mantenerlos seguros para comer.
8Mitos y realidades sobre la conservación de huevos
En torno a la conservación de huevos, existen algunos mitos que es importante desmentir:
- Lavar los huevos antes de guardarlos: Contrariamente a la creencia popular, lavar los huevos antes de refrigerarlos puede eliminar la capa protectora natural de la cáscara, haciéndolos más propensos a la contaminación por bacterias.
- Los huevos duros duran más: Si bien la cocción elimina las bacterias presentes en la superficie del huevo, no las del interior, por lo tanto, los huevos duros deben conservarse en la nevera y consumirse dentro de los 3-4 días.
- Congelar huevos: Congelar huevos frescos es una práctica segura, siempre que se realice de forma adecuada; sin embargo, es importante tener en cuenta que la textura del huevo puede verse afectada al descongelarse.
