Dentro de Burgos hay paisajes que son dignos de visitar sin importar la época del año, y allí aparece un pueblo que reúne algo particular: Es el único en España que está conformado por grandes cascadas por casi su totalidad. Ideal para pasar un fin de semana distinto con tu familia o amigos, este lugar hará que se convierta en uno de tus favoritos en todo el territorio por sus maravillas naturales.
Este municipio se llama Orbaneja del Castillo y está conformado por casas muy pintorescas, miradores para admirar cada rincón y unas pozas de color azul turquesa, a los pies del Gran Cañón del Río Ebro. Lejos de ser un lugar nuevo, este pueblo data de la Edad Media y en algún lugar hubo un castillo que ahora ya no está, algo que es denotado por el nombre en cuestión.
Un lugar diferente dentro de este pueblo con aguas relajantes
Cuando te acercas a este pueblo, te verás sumamente relajado, gracias al ruido del agua que cae por la cascada, en donde suele correr una brisa que pega suavemente en tu rostro. Este lugar, exactamente en 1993, fue declarado Conjunto Histórico Artístico y genera orgullo en sus pocos pobladores. De todas maneras predominan más los turistas pasajeros, que se acercan en días festivos o fines de semana buscando relajarse.
Por otro lado, el agua cae por unas piedras en forma de escalera con una altura de veinticinco metros, mientras que el caudal del arroyo es constante durante todo el año y nunca se detiene, por lo que tanto en verano o invierno puedes observar este acto de la naturaleza. De todos modos, debido a las lluvias y los deshielos, la mejor época para ver la cascada es en primavera, justo cuando el clima está en su punto justo.
¿Qué puede hacerse en este pueblo tan maravilloso?
Para empezar, en el punto más alto de este pueblo podemos observar una iglesia que ofrece una hermosa panorámica, mientras puedes admirar la arquitectura edilicia del recinto. Durante el siglo XII por allí pasaba el Camino de Santiago, por lo que era un lugar de visita obligada para los fieles. De todas formas las cascadas son el punto más atractivo de todos y por el cual tiene fama Orbaneja del Castillo.
Otra atracción de la localidad es que tiene un llamativo mirador natural en la parte más alta, subiendo por las calles hasta terminar las casas. El viento y el agua han erosionado durante cientos de años las rocas calizas formando, un circo con vistas al cañón del río Ebro. Por su parte y para finalizar el recorrido, puedes visitar el Beso de los Camellos, una formación de rocas que, visto a lo lejos, pareciera que dos de estos animales se están besando.