Delivery Hero, la empresa alemana que adquirió Glovo en 2022, cerraba el mes de abril en una complicada llamada de accionistas donde tenían que afrontar la nueva regulación europea del trabajo en plataformas y que además asume los riesgos puntuales para la empresa en España por la ley rider. Pero incluso en esa realidad, la empresa no baja los brazos y apunta por Asia como una opción para experimentar nuevas estrategias de negocio, en este caso apuntando por Corea del Sur para probar sus coqueteos con el «modelo Netflix» que Uber ya ha aplicado.
Esto puede ser una pista para pensar en el futuro de la empresa. Al menos es lo que parece tras escuchar a Niklas Ostberg, director ejecutivo de Delivery Hero, a nivel internacional. En sus comentarios revela que la empresa ha aumentado sus inversiones en Corea y otros países asiáticos al considerar que es más fácil crecer allí en estos momentos. Es una decisión que llega muy poco tiempo después de anunciar que dudaban de poder seguir funcionando en Europa si tenían que cumplir con las nuevas normativas aprobadas recientemente.
De momento la empresa busca otras opciones para escapar de estos controles, y allí son claves PedidosYa, su versión en Latinoamérica, y FoodPanda, su versión asiática (aunque en ese continente también hay países donde usan la marca Glovo) se ha vuelto clave. Pero de momento su experimento con la suscripción se enfoca en Baedal Minjok, la marca surcoreana que adquirieron durante la pandemia y que de momento solo está en activo en ese país.
Aun así, el propio Ostberg quiso mantener las expectativas de los accionistas en un nivel manejable. «Las suscripciones pueden ser parte de nuestra estrategia, pero de ningún modo son una bala de plata que resuelva nuestra situación. Debería funcionar para recuperar los envíos gratuitos y para mejorar un poco nuestra rentabilidad al sumar un ingreso fijo, pero no debería cambiar demasiado nuestra relación con los usuarios». Lo cierto es que su pierna surcoreana es, con diferencia, la empresa más lucrativa del sector en el país, por lo que tienen un colchón para experimentar.
GLOVO Y DELIVERY HERO EN UN MOMENTO COMPLEJO
No parece extraño que la empresa deba seguir buscando nuevas estrategias para mejorar sus datos. En países como España tendrán que contratar a sus repartidores en algún momento, si no quieren seguir lidiando con sanciones desde el ministerio de trabajo, no pueden seguir funcionando de la misma forma, y una vez que no puedan depender de sus precios más bajos estrategias como las suscripciones y las ofertas especiales, así como los acuerdos exclusivos con algunos locales, serán clave para sobrevivir a una tormenta que les ha generado dudas.
De hecho, la empresa ya ha advertido que el segundo trimestre de 2024 pasará por un aumento en el total de inversiones en el servicio de reparto. En una conversación donde la preocupación de la directiva es evidente, la realidad es que se trata de una situación complicada para los trabajadores de estos servicios, y que en un momento donde la empresa pone en duda su propia continuidad pueden sentir nervios sobre su futuro inmediato, sobre todo por qué en España la apuesta de Glovo sigue siendo mantener su estrategia de autónomos.
LOS COMPETIDORES Y ORGANIZACIONES DE TRABAJADORES SEÑALAN A GLOVO
Con o sin servicio de suscripción en Asia es evidente que para Glovo es complicado mantener una imagen limpia como empresa. Sus competidores, como Just Eat o Stuart, que acaba de decidir abandonar España, la han criticado por la injusta ventaja competitiva que le permite el hecho de que sus trabajadores sean «falsos autónomos» en lugar de estar contratados, ya que les permite mantener unos precios menores a los de quienes deben cumplir con las exigencias de un contrato.
Además, es evidente que sus planes en cuanto a sus repartidores no han cambiado. La situación apunta a que esperan seguir teniendo repartidores autónomos, y es evidente que no solo mantendrán sus campañas de lobby sobre esta situación se mantendrán, sino que además buscan estrategias para «cumplir» con la letra de la ley, aunque en el camino ignoren el espíritu de la misma y mantengan a sus trabajadores fuera de una plantilla fija. Casos como el del multiplicador hacen que la estrategia sea evidente, incluso si una inspección de trabajo puede no darles siempre la razón.
Por ahora la empresa no parece actuar como si las críticas fuesen con ella. Será llamativo saber si deciden variar su estrategia en el corto plazo, pero es evidente que no les gusta la nueva normativa. Será llamativo ver como si deciden contratar a los repartidores, o si siguen la estrategia de países Ghana y deciden huir al ver que la situación es complicada siempre y cuando puedan contar con los buenos datos de otros países.