Uno de los elementos más importantes en una instalación solar del tipo aislada son las baterías. Estas permiten aprovechar los excedentes de energía generados a lo largo del día (o días) cuando la instalación no está trabajando, por ejemplo, cuando es de noche o hay poca radiación solar. Ahora bien, tal como subrayan los expertos, no todas las baterías solares son iguales y la elección entre una y otra depende de varios factores que deben tenerse en cuenta. Explican cuáles son y qué tipos hay.
Las baterías solares pueden variar considerablemente entre sí dependiendo de sus prestaciones y de su funcionamiento. Es el caso de las baterías de ion de litio (Li-ion), las de flujo, las de níquel-cadmio o las de plomo-ácido. De hecho, pueden clasificarse de varias formas, como es el caso de las baterías estacionarias, las de gel, las AGM o las Monoblock, tal y como puede verse en el portal especializado en la comercialización de productos destinados a la energía fotovoltaica CuencaSolar. Al final, todo depende de la tecnología con la que están fabricadas y de la manera en la que efectúan la carga-descarga. Tal y como explican los profesionales del sector, esto repercute de varias maneras, en primer lugar, en el porcentaje máximo de descarga con el que pueden trabajar, pero también en la cantidad de ciclos que ofrecen (o lo que es lo mismo, su vida útil) y, por supuesto, en su mantenimiento. Recuerdan, por lo tanto, que en una instalación solar aislada es fundamental escoger una batería adecuada a las características y especificaciones de cada una.
En este sentido resaltan, además, que influye el dimensionamiento de la instalación (por ejemplo, si se trata de una instalación solar aislada para una nave industrial o para una vivienda) y la ubicación de las baterías. Es esencial escoger, por tanto, un modelo que se adapte a las necesidades de la instalación fotovoltaica para aprovechar al máximo su capacidad y prestaciones.
Baterías OPzV, sin mantenimiento del electrolito
Son un tipo de baterías estacionarias tradicionales a 2V, también conocidas como baterías de plomo ácido. Su nombre proviene del alemán “Ortsfesten Batterie PanZer Flüssig”. Estas baterías son selladas y sin mantenimiento (con electrolito del tipo gel), por lo que no requieren intervención por parte del usuario. Las mismas presentan una baja tasa de autodescarga, lo que significa que pueden permanecer largos periodos sin ser utilizadas y sin descargarse por ello, razón por la cual los expertos la recomiendan para segundas residencias, pero también para fábricas y grandes instalaciones. A nivel técnico, las baterías OPzV suelen llevar integrada una válvula de control que permite una descarga repetida y duradera de las celdas, además pueden instalarse tanto en vertical como en horizontal. Están recomendadas para alimentar grandes consumos, como herramientas y maquinaria profesional, servidores informáticos…
Baterías OPzS, con vida útil de hasta 20 años o 3.000 ciclos
El funcionamiento de las OPzS es muy similar al de las estacionarias OPzV, ahora bien, con la diferencia de que estas requieren mantenimiento y las otras no. Este tipo de acumuladores de 2V son ideales para alimentar consumos de tipo medio-alto de manera constante, como viviendas remotas, campings, almacenes o en sistemas eléctricos de emergencia del tipo SAI (en caso de apagones). Las baterías OPzS suelen tener una vida útil de 3.000 ciclos (por supuesto, depende de la marca fabricante), lo que se traduce en unos 20 años aproximadamente, según los expertos. Estas baterías estacionarias requieren de un mantenimiento básico cada dos meses, según la periodicidad indicada por el fabricante, que consiste en la recarga del electrolito en cada una de las celdas o tubos. Lo único que debe hacer el usuario es utilizar agua destilada y rellenarlas teniendo en cuenta las señales máximas y mínimas.
Baterías UOPzS, las estacionarias traslúcidas y las más económicas
Las baterías UOPzS son otro tipo de baterías solares estacionarias, lo que significa que deben mantenerse constantemente cargadas. Este tipo de baterías estacionarias traslúcidas trabajan con una tensión de 2 voltios por tubo y ofrecen una vida útil de más de 1200 ciclos. Son muy recomendadas en aplicaciones que requieren un suministro constante y elevado de energía, también para aplicaciones cíclicas, como los sistemas de alarmas, telecomunicaciones o luces de emergencia. Su mantenimiento es el mismo que el de las OPzS que consiste en comprobar los niveles máximos y mínimos dentro de cada celda de forma periódica. Deben instalarse en espacios ventilados. Destacan por ser baterías estacionarias más económicas que las OPzV y las OPzS.
Baterías AGM, mejor absorción del ácido y sin mantenimiento
Las AGM son una de las baterías más utilizadas en la actualidad en las instalaciones solares aisladas. Tal y como explican desde el sector, soportan un gran número de ciclos de carga-descarga por lo que cuentan con una larga vida útil, pero sobre todo no requieren mantenimiento, ya que su diseño es compacto y cerrado. Esto facilita así mismo su transporte. La definición de batería AGM proviene del inglés Absortion Glass Mat, que consiste en una tecnología que permite a las placas de plomo absorber mejor el ácido. Además, pueden someterse a ciclos profundos de descarga.
Baterías de litio, descargas profundas sin afectar a su vida útil
Estas baterías ofrecen una capacidad de descarga profunda, muy superior a la de otros modelos de baterías. Además de su ligereza y por ser compactas, pero también por ser una de las opciones más eficientes. Las baterías de litio son dispositivos electroquímicos que funcionan almacenando energía química y la liberan cuando es necesario en forma de energía eléctrica. Estas son muy recomendadas en aplicaciones de viviendas aisladas, sin olvidar que su instalación es muy sencilla y puede realizarse directamente por el usuario. Una de las marcas más populares de este tipo de baterías es Pylontech, tal como puede leerse en el portal especializado de LaMejorMarca. Esta empresa cuenta con un equipo de ingenieros y científicos altamente capacitados dedicados al desarrollo de nuevas tecnologías y la mejora de sus productos.
Baterías de gel, ideales para lugares con poca ventilación
Las de gel deben su nombre al denso electrolito que contienen en su interior. Las baterías de gel están selladas, por lo que no desprenden gases nocivos y pueden instalarse en lugares con poca ventilación sin ningún problema. Este tipo de baterías, por lo tanto, no requieren mantenimiento y su uso está recomendado en instalaciones medianas y de pequeño tamaño. Su funcionamiento es similar a las de plomo ácido convencionales (OPzV), ahora bien, hacen uso de una solución semisólida de electrolito y gelificante que genera una carga en los iones que se mueven a través del electrolito para ser almacenados en los electrodos (cuando se descargan, ocurre el efecto contrario). Ofrecen una gran durabilidad, seguridad, eficiencia y baja tasa de autodescarga, además no precisan mantenimiento.
Baterías Monoblock, gran eficiencia para consumos reducidos
Cuando se habla de baterías Monoblock se hace mención a una clasificación de baterías solares, en concreto a aquellas que están encapsuladas en un solo elemento. Estas pueden ser de plomo ácido, pero también del tipo AGM, de litio y de gel. Son recomendadas para instalaciones solares con consumos reducidos y de uso esporádico como la iluminación. Las mismas destacan por su gran eficiencia, con tensión de salida de 6V a 12V, y por sus capacidades que van desde los pocos amperios-hora hasta más de 800Ah para las baterías más potentes.