Adiós al teletrabajo con un café: las cafeterías de España están tomando medidas serias

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Recientemente, mientras Estados Unidos intentaba lidiar con los freelancers del teletrabajo que ocupaban sus cafeterías, el mismo dilema ha surgido en varias ciudades de España. La proliferación del trabajo remoto significa que algunas personas ocupan mesas desde tempranas horas hasta el mediodía, habiendo consumido solo un café y una tostada. Esta situación plantea un problema para los establecimientos, ya que no resulta rentable permitir que los clientes ocupen espacio durante largos periodos sin realizar compras adicionales.

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Adiós al teletrabajo con un café

En ciudades como Barcelona, Oviedo y Valencia, están implementando medidas para controlar el teletrabajo en cafeterías y locales similares. Algunos adoptan un enfoque más pasivo, sin generar mucha fricción con los trabajadores remotos que buscan un espacio para trabajar. Por ejemplo, restringen el acceso a Internet Wi-Fi para los clientes, lo que disuade a quienes buscan quedarse por largos periodos. Por otro lado, hay quienes optan por medidas más drásticas para abordar el problema.

Los establecimientos hosteleros se encuentran en una encrucijada debido al impacto del teletrabajo invasivo. En ciudades como Valencia, están adoptando medidas más drásticas, como la colocación de pegatinas en las mesas con horarios específicos, prohibiendo el teletrabajo durante las horas pico para garantizar el flujo de clientes y evitar la ocupación prolongada con un consumo mínimo.

Por otro lado, en Barcelona, donde la cultura del café es venerada y los locales son a menudo refugios para la creatividad y el trabajo remoto, también se están viendo obligados a implementar medidas para disuadir a los «gorrones» de Wi-Fi. Departure Café es un ejemplo paradigmático de esta situación, donde los clientes ocupan mesas durante horas con un consumo mínimo, lo que afecta negativamente a la rotación de clientes y a la rentabilidad del negocio.

En ciudades como Oviedo, aún no han tomado medidas drásticas, pero están considerando la viabilidad de mantener una clientela que ocupa espacio pero gasta poco, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad económica de esta práctica. En general, la tendencia es permitir el teletrabajo en los locales, siempre y cuando los clientes no abusen de la hospitalidad del establecimiento y respeten las necesidades del negocio.