Tras 3 años donde poco a poco las salas de cine habían recuperado el número de asistentes tras el desplome pandémico 2024 es, hasta ahora, un año complicado para las salas de cine españolas. Tras el primer cuatrimestre, los resultados se mantienen un 15% detrás de los de 2023 para esta fecha, acumulando unos 112.2 millones de euros, pero es que si se compara con los números anteriores a la pandemia y se ve el 2019, los datos están un 31,6% detrás de los de ese año. De hecho, son los peores datos del primer tercio del año en la historia del cine.
Para conseguir un dato parecido hay que alejarse de la pandemia, y retroceder hasta 2013, un año históricamente terrible para el cine en España, para acercarse al dato. Ese año la taquilla acumuló apenas unos 506 millones de euros, lo que antes del 2020 y 2021 representaba el segundo peor año en la taquilla del cine español. Incluso entonces de momento 2024 puede no alcanzar ese dato, pues tras un tercio del año no se ha alcanzado una tercera parte de ese monto, aunque es cierto que la fiesta del cine, el verano y algunos estrenos potentes antes del mes de diciembre pueden dar algo de oxígeno a la taquilla.
El problema es que este año tiene un menor número de grandes estrenos de Hollywood que los últimos años debido a las huelgas simultáneas de actores y guionistas del año pasado y que las cintas españolas no han conseguido captar al público. Aunque un par de cintas de poco presupuesto hechas en España como ‘La estrella azul’ o ‘Pájaros’ han servido para darle algunas buenas noticias al cine de autor, y como siempre una comedia fácil de digerir como ‘La familia Benetón’ ha conseguido superar los 500.000 espectadores de momento el cine español apenas representa un 15% de la recaudación total con 17.9 millones de euros.
En esa situación, estrenos nacionales como ‘Padre no hay más que uno 4’ de Santiago Segura y ‘Odio el verano’ de Fernando García-Ruiz e internacionales como ‘Deadpool y Lobezno’ de Shawn Levy, ‘Joker: Folie a Deux’ de Todd Phillips y ‘Furiosa: De la saga Mad Max’ de George Miller son de las pocas esperanzas que tiene la taquilla de estrenos atractivos para las masas, sobre todo por qué debido a fracasos recientes, tanto Disney como Warner Bros Discovery han reducido el ritmo de sus grandes estrenos.
De momento hay pocas soluciones. Dado que ningún año posterior a la pandemia ha podido cruzar la línea de los 500 millones de euros y que este año no contará con estrenos de directores clave del cine español que han retrasado sus estrenos para 2025 por el tiempo que tardan en producirse. En esa realidad es complicado atraer espectadores, y de momento con la pausa de Star Wars o las dudas sobre lo nuevo de DC al menos varias de las franquicias acostumbradas a atraer espectadores siguen en pausa.
EL STREAMING TAMPOCO HA SOLUCIONADO EL PROBLEMA DE LOS ESTUDIOS
La realidad es que además de las salas, los grandes estudios también la están pasando mal. El caso de Paramount, que ayer en la mañana «despidió» a su CEO, Bob Bakish, es especialmente emblemático, pero empresas como Disney, Warner Bros Discovery y Sony Pictures evidencian que las plataformas de streaming no han servido como reemplazo del modelo de estreno en salas o de la venta de espacios publicitarios. Es un modelo que ha funcionado para Netflix, pero no para todo el mundo.
A eso se suma que su estrategia en cuanto a estrenos en pantalla grande sin duda ha golpeado sus proyectos de gran escala en cuanto a taquilla. Excepto casos como el de ‘Barbie’ y ‘Oppenheimer’ supieron transformarse en grandes eventos, no parece casual que Universal Pictures, hogar de Christopher Nolan, sea de los estudios que mejor ha enfrentado el temporal, precisamente al darle prioridad en a los estrenos en la gran pantalla.
LA ESPERANZA DE LAS SALAS DE CINE YA PUESTA EN 2025
Lo cierto es que de momento parece inevitable empezar a pensar en 2025 más que en 2024. Incluso con la posibilidad real de que tanto ‘Deadpool y Lobezno’ como ‘Joker: Folie a Deux» sean grandes éxitos y se sume alguna sorpresa, no parece demasiado probable recuperar los datos de este año, encaminado a ser el peor año de la taquilla local en lo que va de siglo. Solo 2020, donde los cines estuvieron cerrados por varios meses, y 2021, cuando las restricciones no les permitían cubrir todos los asientos de una sala, pueden ser peores.
De momento toca enfrentar la tormenta. La crisis que enfrentan los cines españoles no es distinta a los del resto del planeta, incluso si los problemas del cine local la amplifican, y hace evidente que si las salas de cine quieren mejorar sus datos será necesario plantear estrategias más allá de contar con los grandes estrenos.
