El Estudio EuroTrack 2023 sobre Pérdida de Audición y Uso de Audífonos en España señala que 4,6 millones de personas en el país tienen problemas de audición. Estas limitaciones incluyen la hipoacusia, la sordera o la deficiencia auditiva.
Es un porcentaje importante de la población, ya que afecta a uno de cada diez ciudadanos, y el gran problema es que no todas las personas que lo sufren toman medidas para actuar frente a estas situaciones. De hecho, a partir de los 50 años de edad solo 4 de cada 10 afectados utiliza audífonos para mejorar su audición.
Por suerte, de unos años hasta ahora la venta de estos dispositivos ha crecido, y aunque sigue cubriendo a menos gente de la que debería, cada vez son más usuarios los que ven oportuno echar mano de esta herramienta. Para ellos va esta pequeña guía en la que enseñamos cómo elegir el audífono más adecuado para la pérdida auditiva.
¿Qué tipos de audífonos son los más comunes?
Si hablamos de tipología, las principales categorías de audífonos son cinco: RIC, retroarticulares, intraarticulares, audífonos completamente en el canal y los de conducción ósea. Cada uno de ellos se ajusta mejor a un determinado tipo de audición.
Los RIC son audifonos discretos y pequeños que se colocan detrás de la oreja con el auricular en el canal auditivo. Son muy versátiles, confortables y pasan prácticamente desapercibidos. Además, son recargables.
Los audifonos retroarticulares suelen ser los que utilizan personas con pérdida de audición severa. Son muy potentes, pero más visibles, ya que van colocados detrás de la oreja. Eso sí, se pueden diseñar de colores similares al de la piel o el cabello.
Una tercera posibilidad son los intraauriculares, que se denominan así porque van dentro del canal auditivo. Son una buena opción para personas con pérdida leve de audición. Los llamados CIC son los que están íntegramente dentro del canal auditivo. Los pueden usar las mismas personas que los que se decantan por los intraauriculares.
La última opción son los audífonos de conducción ósea, que envían el sonido a través del hueso del cráneo y no desde el canal auditivo como lo hacen el resto de dispositivos. Son los mejores para personas que tienen problemas en el oído medio.
Consultar a un profesional de salud auditiva
Este es el primer paso para decidir si se utiliza o no audífono y cuál es la mejor opción. Existen pruebas auditivas en centros sanitarios y empresas privadas que permiten detectar cuál es el grado de pérdida auditiva.
Una vez realizadas estas pruebas hay que tener muy presente el estilo de vida. Las personas que necesitan estar hablando y escuchando o que se muestran muy activas en su día a día deben optar por dispositivos con cancelación de ruido y con conectividad bluetooth. Si practicas mucho deporte tendrás que hacerte con audífonos resistentes al agua y al sudor.
¿Qué tecnologías añadidas incluyen?
Ya vimos anteriormente algunas, como la reducción de ruido o la posibilidad de funcionamiento vía tecnología bluetooth. Cuantas más características adicionales añadan, más útil resultará el audífono.
La reducción de ruido, por ejemplo, es especialmente interesante si se frecuentan ambientes muy transitados de gente o espacios laborales con alto nivel de ruido. La direccionalidad también es útil, especialmente cuando necesitamos escuchara a una persona en particular.
Por último, podemos reseñar los programas personalizados, ya que hay dispositivos que incluyen funcionalidades para diferentes situaciones auditivas como escuchar música o hablar por teléfono, entre otras.
¿Qué factores son los más relevantes para la elección del dispositivo correcto?
El parámetro principal que ayuda a elegir audífonos es el grado de deficiencia auditiva. Para descubrirlo, insistimos, es importante acudir a un especialista en la materia. Por suerte, hoy día muchos centros auditivos ofrecen periodos de prueba sin coste en los que los usuarios pueden experimentar la sensación de utilizar estos dispositivos.
En caso de que el grado de sordera o incapacidad para oír sea muy alto, lo mejor son los audífonos retroarticulares. Y entre ellos, hay que buscar modelos con buena cancelación de ruido y suficiente conectividad.
Asimismo, es también importante seleccionar equipos cómodos, que se puedan usar durante todo el día y que se ajusten correctamente al tamaño del oído. Finalmente, no hay que dejar de lado la resistencia y durabilidad. No es solo que sean resistentes al polvo, el sudor o el agua, sino que puedan soportar el uso diario y tengan una esperanza de vida suficiente. Por lo general, la vida media de estos aparatos ronda entre los cuatro y los cinco años.
En resumen, la elección de los audífonos está ligada a los problemas de audición, las recomendaciones de los especialistas en salud auditiva y la tecnología y durabilidad de los equipos. A partir de ahí solo restará hacer buen uso de ellos y descubrir que perder audición no es un proceso irreversible si se echa mano de las herramientas adecuadas.