Airbnb ya está haciendo su agosto. Y es que el próximo verano París acogerá los Juegos Olímpicos, el mayor evento mundial del deporte y una cita que convertirá a la capital francesa en el epicentro del mundo del 26 de julio al 11 de agosto.
Pero la XXXIII edición de la cita olímpica ya ha provocado algunos efectos colaterales que supondrán un quebradero de cabeza para todos los voluntarios y visitantes. Y es que los precios de los alojamientos en esas fechas en París se han disparado.
LAS HABITACIONES EN PARÍS POR LOS JJOO RONDAN LOS 5.000 EUROS
«Estoy bastante impresionado con la desproporción de precios que hay», comenta uno de los 45.000 voluntarios de la cita olímpica. Él, al igual que el resto de voluntarios, estarán unas cinco semanas en la capital francesa y para intentar ahorrar gastos quiere compartir alojamiento con más compañeros.
«La disponibilidad es muy muy baja y no permiten hacer reservas de más de tres semanas, desconozco el motivo», explica los integrantes.
Los precios de los hoteles han aumentado más de un 1.500% y las habitaciones, que normalmente costarían unos 130 euros, en esas fechas rondan los 5.000 euros, lo que supone un incremento exponencial.
LOS AUMENTOS MENOS EXAGERADOS SIGUEN SIENDO CAROS
Por este motivo las grandes empresas de alquiler de pisos y habitaciones piden ayuda al Gobierno francés. «Hacer correr la voz al mayor número posible de personas para que alquilen sus casas. Y así podrán ganar miles de euros», indica Brian Chesky, director ejecutivo de Airbnb.
Es el caso, por ejemplo, del Hotel Saint-Marc, de cuatro estrellas y en el céntrico distrito II de París, en el que una habitación ejecutiva esta semana cuesta 285 euros, pero reservar alojamiento en similares condiciones en 2024 cuesta 4.511 euros.
No muy lejos de ese establecimiento, los 130 euros que cuesta pasar una noche de diario ahora mismo en una habitación individual del Hotel Eiffel Segur se convierten en 5.102 para 2024 (casi cuarenta veces más).
Otros establecimientos proponen aumentos menos exagerados, pero que aún se dejan notar, como el hotel de tres estrellas Ibis Place d’Italie, donde una noche entre semana en una habitación doble se puede encontrar esta semana por 107 euros, mientras que una búsqueda en el mismo portal de reservas para fechas y habitación equivalentes en 2024 asciende a 632 euros.
SE ESPERA QUE UN TOTAL DE 16 MILLONES DE TURISTAS VISITEN PARÍS PARA LOS JJOO
Estos incrementos han preocupado al Ayuntamiento y también al sindicato de hostelería. «Siempre habrá abusos, aunque no es lo habitual, vigilamos para estabilizar los precios», explica un representante del sindicato UMIH, David Zenouda, quien aconseja a los que quieran venir esperar un poco más para reservar hotel.
Según la oficina de Turismo de París, ahora los precios de una noche durante los Juegos han caído en un 4,4% respecto a enero, aunque siguen más altos con respecto a los de hace un año.
A principios de diciembre, el Gobierno francés anunció que las autoridades aumentarán las inspecciones y realizarán controles en 10.000 hoteles y restaurantes en toda Francia antes de los Juegos Olímpicos de París, con el objetivo de limitar los enormes incrementos de precios previstos durante el evento, tanto en alojamientos Airbnb como en todo lo demás.
Se espera que un total de 16 millones de turistas visiten la capital francesa durante los Juegos Olímpicos.
Así, entre el 26 de julio y el 11 de agosto, la capital francesa será el escenario en donde los mejores atletas del mundo se reunirán con la única misión de romper todas las marcas posibles y de regresar a sus países con medallas de oro, plata o bronce y no estarán solos ya que también serán acompañados por fervientes aficionados que buscarán apoyarlos.
Pero para cumplir el objetivo tendrán que enfrentarse con aumentos de hasta el 500% en los costos de hospedaje en la Ciudad de la Luz debido a la alta demanda de turistas que asistirán a la justa olímpica.
Unos precios prohibitivos para buena parte de los ciudadanos que aspiran a viajar a París desde todo el mundo para asistir a la cita olímpica.»No vendré para los Juegos porque los precios son desorbitados», dicen los turistas.