Siempre es un buen día para los melómanos cuando David Gilmour, el mítico guitarrista y segunda voz de Pink Floyd, informa que está trabajando en un nuevo disco. A pesar de no ser uno de los miembros fundadores del grupo, entro durante la grabación del segundo disco para suplir a Syd Barret en la guitarra una vez que la salud mental de este último empezó a deteriorarse, el británico es una pieza clave de su evolución, entrando a la banda en su segundo disco e introduciendo estructuras de blues dentro de lo que hasta ese momento era sobre todo un grupo de pop de cámara.
Gilmour fue uno de los motores del salto del grupo a la psicodelia y el rock progresivo, si Roger Waters, bajista, compositor principal y vocalista del grupo es el corazón de Pink Floyd David es el cerebro. Su música solista, y el trabajo de la banda liderada por él tras la salida de Waters, puede ser mucho más frío que la música cargada de rabia de su compañero en el grupo, pero la complejidad de las composiciones y su experimentación sónica suelen ser suficiente para justificar el amor de los melómanos por su trabajo.
No es poco y el primer sencillo del disco, ‘The Piper’s Call’ demuestra que mantiene la ruta. Compuesto a cuatro manos con su esposa Polly Samson, compañera de composición del guitarrista desde los últimos años de la mítica banda, el tema es una meditación sobre la fama construida desde una guitarra acústica que poco a poco da paso a un arreglo psicodélico digno del grupo con el que el guitarrista saltó a la fama. Es un tema que promete pocas novedades, pero la realidad es que son tan pocos los músicos que siguen haciendo canciones como esta, que vale la pena que se repita.
Es además una buena noticia para los fanáticos de Pink Floyd que se sientan un tanto incómodo con la forma en la que Roger Waters ha actuado en los últimos años. El bajista y compositor se ha dedicado a expresar su temor de que el presidente de Ucrania intente envenenarlo y ha decidido insultar a Bono, vocalista de U2, por algunos de sus comentarios sobre la guerra en Gaza, y defendió al chavismo en Venezuela durante las protestas de 2019. No es precisamente una figura cómoda, y que Gilmour lance música puede ser además la señal de una gira en los próximos años que permita escuchar en vivo las canciones de la mítica banda sin lidiar con Waters.
GILMOUR NOS HARÁ ESPERAR HASTA SEPTIEMBRE
Pero lo más probable es que el guitarrista no anuncie una gira hasta septiembre de este año, cuando está pautado el lanzamiento del disco. Hasta ese momento la posibilidad de la gira sigue en el aire, pero es quizás una idea más atractiva que incluso el nuevo disco. El guitarrista tiene ya 78 años, y aunque su salud se mantiene estable, cualquier oportunidad para verlo es valiosa.
Además, a diferencia de otros artistas clave del rock como Paul McCartney, The Who, los Rolling Stones o el propio Roger Waters Gilmour no siempre está dando recitales. El mismo ha dicho que aunque lo disfruta su edad, le pide pasar tiempo en casa, y le gusta compartir el tiempo con su esposa. Pero el solo de guitarra que cierra ‘The Piper’s Call’ da esperanza de que parte de su energía siga allí.
PINK FLOYD EN MEDIO DE RELANZAMIENTOS
El anuncio viene unos días después de que la banda anunciara una reedición de ‘Dark Side Of The Moon’ por su 50 aniversario, que viene acompañada de una nueva colección de videos animados para varios temas del grupo. El lanzamiento representa además el inicio de una serie de celebraciones de 50 aniversario por varios de los discos clave de la banda que ayudaron a definir su sonido y el de todo el rock progresivo.
‘Wish You Were Here’ cumple 50 años el año próximo, en 2027 le toca a ‘Animals’ y tres años después a ‘The Wall’. Son los 4 discos clave del grupo, inescapables aún en la cultura pop y piezas indiscutibles de la historia del rock. Lo cierto es que estos aniversarios son también una buena excusa para relanzar estos discos, y aunque Waters puede intentar arruinarlos con más regrabaciones, como lo hizo con ‘Dark Side Of The Moon’, el resto de los miembros vivos del grupo siguen dejando claro el mimo especial con el que siguen tratando los discos de esta etapa de la banda.
