La fama puede ser efímera y pasajera para muchos, algo con lo que todavía lucha Críspulo Cabezas a capa y espada. Sus primeras apariciones en el cine lo posicionaban como una flamante estrella juvenil, cuando en el año 1998 protagonizó la película barrio. En ella encarnó a Raimundo, quien tiene solo 15 años y pasa el tiempo junto a dos amigos llamados Manuel (Eloi Yebra) y Javier (Timy Benito).
Su personaje roba en tiendas y algunos coches a menudo, además de tener a Susana como interés romántico en donde pudo verse una interpretación más que elocuente. Luego de varias aventuras, un policía encuentra a robando la radio de un coche, el cual era suyo. Al apuntarle con su pistola y ordenar que se quede quieto, Rai no hace caso y su vida se acaba tras recibir un disparo. Esto parecía abrirle las puertas para grandes trabajos, pero no fue tan así.
Éxitos pasajeros para Críspulo Cabezas y una decisión inesperada
Tras algunas películas de poca monta le llegó otra buena oportunidad en El despropósito, estrenada en el año 2004. De todas formas, la taquilla de este largometraje no fue como se esperaba y poco a poco esa popularidad que había ganado comenzó a esfumarse. En el medio, también empezó a tener apariciones en la televisión, actuando en novelas como Hermanas, Querido Maestro y Hospital Central, entre otras.
En paralelo, y pocos años antes de meterse en el mundo del teatro, Críspulo Cabezas comenzó su carrera dentro de la música popular. Conocido en ese ambiente como El Garou, el actor lanzó el tema El Eje, el cual fue bastante bien aceptado por la sociedad en general, en donde se transforma en una figura fuerte en el panorama del reggae español. Incluso, hizo una gira por todo el país y actualmente se mantiene en esta faceta.
Papeles menores para un Críspulo Cabezas: ¿Qué pasó?
Sencillamente no es un apasionado por la actuación, algo que ha dejado en claro en diversas entrevistas. Se siente más a gusto arriba de los escenarios con el micrófono en la mano, algo que no tiene discusión. De todos modos, siguió probando suerte y participó en 2014 en la cuarta entrega de la película REC, de índole terrorífico. Fue un papel secundario pero más de uno se alegró al verlo.
Por otro lado, más allá de estar en varias carteleras de obras de teatro, fue una completa sorpresa cuando formó parte de Amar es para siempre (2018), durante la temporada 7. Allí encarnó a Jesús Gutierrez, un conserje de hotel que se vive metiendo en problemas y le saca una sonrisa a todos los televidentes; pese a no tener tanto éxito en la pantalla.