El conservador de la colección de Geología del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), Aurelio Nieto, e investigadores de las Universidades de La Habana (Cuba) y Florida (EEUU) han descubierto que el meteorito de Cuba del museo –depositado en 1871 en la institución– es en realidad un hierro de fundición siderúrgica o metalúrgica, una «escoria industrial», según ha informado la institución.
Aún así, el museo mantiene que el ejemplar es interesante porque resulta de una técnica de fabricación de metales que hoy en día no se practica y que sirve para ilustrar la historia de la industrialización, aunque no tenga valor geológico. De esta manera, el resto se mantendrá en la colección con su número de inventario, pero pasará a catalogarse como ‘pseudo-meteorito de Cuba’ y se retirará de la exposición permanente para ser almacenado.
Así, los investigadores han empleado microscopía electrónica y espectroscopía de rayos X para analizar sus propiedades químicas y su textura y compararlas con las de otros fragmentos del meteorito depositados en el Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian (USNM, Washington, US); el Field Museum de Historia Natural de Chicago (US) y una roca que se consideraba parte del meteorito original depositada en el Museo Nacional de Historia Natural de La Habana (MNHNCu, Cuba). Sus hallazgos han sido publicados por la Revista Mexicana de Ciencias Geológicas.
«Gracias a estas técnicas y a la colaboración institucional, hemos podido demostrar científicamente que el ejemplar no es una roca extraterrestre ya que, por ejemplo, su composición de níquel es más baja de la esperada en un meteorito de hierro», ha afirmado Aurelio Nieto.