El caso de Jordi Mollá es bastante curioso, ya que parecía tener servida en bandeja de plata una carrera de primer nivel, pero ciertas decisiones lo han llevado por un camino diferente. Oriundo de Llobregat, estudió su carrera actoral en el instituto del Teatro de Barcelona. A diferencia de otros colegas, la fama no le llegó desde niño y tuvo que esperar hasta los 24 años para hacer su estreno.
Lo hizo en el año 1992 de la mano de Jamón jamón, teniendo un papel secundario luego de concurrir a decenas de casting por España. Al mismo tiempo se las rebuscaba como director de cine, rodando dos largometrajes sin demasiado éxito como Walter Peralta y No me importaría irme contigo. Sus dotes empezaron a llamar la atención y alternó apariciones entre la televisión y la pantalla grande.
1Jordi Mollá desembarca en Hollywood, ¿Un completo error?
Si bien tuvo el lujo de trabajar con Pedro Almodóvar y otros cineastas españoles, lo cierto es que Jordi Mollá aspiraba alto. Tal fue así que con el mote de nuevo sex-symbol desembarcó en Estados Unidos para cumplir su sueño de trabajar en Hollywood. Tal es así que en 2001 debuta en aquel país con la película Blow, en donde conoce a su ahora amigo personal Jhonny Deep.
Dos años más tarde participaría en la famosa saga Bad Boys, formando parte de la segunda entrega. Si bien trabajar al lado de Will Smith siempre es tentador, lo cierto es que los papeles estelares casi nunca le llegaron. En España probablemente hubiese sido un actor de elite (no quiere decir que no sea respetado o tenga fama), pero al marcharse al otro lado del océano las cosas no resultaron como esperaba.