Llega el verano y miles de personas desean perder peso, para poder lucir de la mejor manera en las vacaciones. Playa, arena y viajes están a la orden del día en esta época del año, pero aquí es cuando aparecen las famosas dietas milagrosas que en realidad no sirven de nada. Muchas veces te hacen comprar productos dietéticos determinados, que solo te harán perder dinero.
No se necesitan hacer cinco comidas al día, ni tampoco dejar de comer. La alimentación no sigue unas reglas estructuradas y que se puedan aplicar a todos, por eso no se puede decir que el ayuno intermitente se pueda recomendar en general, puesto que depende de varias cosas. Este tipo de alimentación se hizo popular por sus resultados a la hora de perder peso, pero este no es su objetivo primordial.
¿Qué tipo de persona debería perder peso a través del ayuno intermitente?
Esta forma de perder peso se plantea como una alternativa válida para aquellos que no sean capaces de seguir la disciplina de una dieta convencional, con sus cuatro o cinco ingestas repartidas a lo largo del día. El problema aquí es que se esté muy bien asesorado para tomar todos los nutrientes necesarios, pero al mismo tiempo en la porción debida para no tener problemas a futuro.
Por su parte, también va a depender y bastante de lo seguros que sean los efectos secundarios del ayuno y de que vayan disminuyendo o no con el tiempo. Por ejemplo, si el interesado en hacer esta dieta no siente que esto pueda funcionar, cuando menos se lo espera estará sentado en su mesa tomando un café con tostadas a las siete de la mañana.
Ahora bien, ¿Qué es exactamente el ayuno intermitente y como influye en nuestro peso?
En resumen, el ayuno intermitente significa no comer nada durante un periodo prolongado de tiempo, que hasta ahora hemos limitado siempre a la franja horaria que va desde la cena hasta el desayuno del día siguiente. Pero en el caso de este tipo de dieta, se propone ampliar el rango de horas de no ingesta y elevarlo a 16 horas. Es decir, si te acuestas a las 22 horas, deberás recién almorzar cerca de las 12 del mediodía.
Algunos beneficios de esto, más allá de perder peso con más facilidad, son: Puede ayudar mejorar la sensibilidad hacia la insulina; ayuda a reducir grasa y especialmente en personas obesas; ayuda a combatir el estrés y puede se puede conciliar el sueño de una mejor manera durante las noches. Como verás, siempre y cuando se tenga conducta esto puede realizarse.