Xisca Perelló acudió junto a su marido, Rafa Nadal, a los Premios Laureus
Nadie ha querido perderse los Premios Laureus. Pero si tenemos que destacar a una protagonista de la noche es, sin duda, Xisca Perelló, que ha brillado junto a Rafa Nadal. Xisca rara vez se presenta en un photocall, ya que siempre ha preferido mantener un perfil discreto y bajo. Sin embargo, cuando lo hace, es inevitable que todos los focos se dirijan hacia ella y que brille con luz propia. La esposa del mallorquín, quien también estuvo acompañada por su cuñada, María Isabel Nadal, fue una de las mejor vestidas de la noche.
La esposa de Rafa Nadal lució un impresionante vestido en azul noche, confeccionado con pedrería, escote halter y espalda en forma de lágrima, diseñado por Rosa Clará, la misma firma que eligió para su boda con el tenista. Completó su look con unas sandalias plateadas de tiras cruzadas y un bolso de Bvlgari.
Xisca Perelló, la gran mujer detrás de Rafa Nadal
María Francisca Perelló, conocida como Xisca, nació en Manacor, la misma ciudad que el gran tenista, el 7 de julio de 1988, apenas un mes y dos años después que él. Comenzaron su relación en 2005, y 14 años después, el 19 de octubre de 2019, se casaron, con la presencia de los Reyes Eméritos entre sus invitados. Aunque ya era una niña aplicada y sencilla durante sus años en el colegio de monjas La Pureza de María, los éxitos de su marido no la han hecho cambiar en lo más mínimo su forma de comportarse: educada, sonriente y un tanto tímida, siempre prefiriendo permanecer en segundo plano.
Xisca, hija del constructor Bernat Perelló y la funcionaria del Ayuntamiento de Manacor María Pascual, cursó estudios en Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Baleares. Realizó prácticas en el departamento de Comunicación de Endesa en Palma de Mallorca, trabajó en Londres para la empresa deportiva IMG y en Mapfre, antes de unirse a la Fundación Rafael Nadal.
El gran apoyo de Nadal
En la actualidad, Xisca Perelló ocupa el cargo de directora general de esta institución, cuyo objetivo principal, según sus propias palabras, es «ayudar a niños y adolescentes mediante el poder transformador del deporte y la educación. A lo largo de su trayectoria, ha dejado una huella constante: meticulosa, detallista, profesional y comprometida. Es descrita como una persona muy normal, que sabe mantenerse en su lugar, discreta, accesible y puntual. Estas son las impresiones de quienes han trabajado con ella.
El primer y único amor de Nadal sigue de cerca los pasos de su esposo en el circuito ATP, acompañándolo a los torneos que disputa junto a su equipo. La pareja reside habitualmente en Porto Cristo, ubicado en Manacor, en un lujoso chalet valuado en más de cinco millones de euros en el que pasan sus días.